DOHA, Catar (AFP) – Christian Pulisic dio el pase a Estados Unidos a los octavos de final de la Copa del Mundo el martes, al derrotar a Irán por 1-0 en un partido con tintes políticos.
La estrella del Chelsea, Pulisic, marcó el único gol del partido del Grupo B en el minuto 38, y se clasificó para la segunda ronda, en la que se enfrentará al ganador del Grupo A, Holanda, el sábado.
La victoria no fue menos de lo que merecía el joven equipo del seleccionador estadounidense Gregg Berhalter en lo que fue el tercer enfrentamiento futbolístico internacional entre los acérrimos rivales ideológicos.
Los preparativos para el emocionante enfrentamiento han estado marcados por una creciente tensión, y la Federación de Fútbol de Irán exigió el domingo a la FIFA que sancionara a US Soccer por publicar en las redes sociales una versión modificada de la bandera de su país.
Sin embargo, a pesar del electrizante ambiente que se respiraba en el estadio Al Thumama de Doha, el partido del martes se disputó sin polémica, y Estados Unidos se vengó de la derrota sufrida en la Copa Mundial de 1998 a manos de Irán, eliminando a los clasificados asiáticos del torneo.
La afición iraní había hecho saltar al campo a su equipo al comienzo del partido, en medio de una ensordecedora cacofonía de bocinas y vítores de los 42.127 espectadores.
Pero, a pesar del intimidante recibimiento, fueron los estadounidenses quienes se mostraron más cómodos, estableciendo rápidamente su dominio.
El capitán de Estados Unidos, Tyler Adams, y el jugador del Juventus, Weston McKennie, controlaron el juego en el centro del campo y dejaron a Irán con dificultades para hacerse con el balón.
Ambición ofensiva
Estados Unidos dio muestras de su ambición ofensiva a los dos minutos, cuando Pulisic avanzó amenazadoramente antes de ser desposeído. Ello fue una muestra de lo que estaba por venir, ya que asediaron la portería iraní.
El centrocampista del Valencia, Yunus Musah, disparó por encima del larguero y Pulisic no logró rematar con suficiente fuerza un centro de Antonee Robinson.
El lateral Sergino Dest fue una amenaza constante por la banda derecha de los estadounidenses, y en el minuto 17 envió un centro que el guardameta iraní Alireza Beiranvand sólo pudo atajar.
Tras una presión constante de Estados Unidos, el gol de la victoria llegó en el minuto 38.
Un brillante pase cruzado de McKennie encontró a Dest por la derecha.
El defensa del AC Milan cabeceó hacia atrás y Pulisic estuvo atento para rematar con valentía.
Los aficionados estadounidenses se alarmaron porque Pulisic tuvo que ser atendido tras un fuerte choque con Beiranvand, pero fueron los iraníes y su ruidosa afición los que se quedaron sin aliento tras el gol.
El público se apaciguó al instante y Estados Unidos estuvo a punto de doblar su ventaja en dos ocasiones antes del descanso. Josh Sargent y Tim Weah combinaron bien en un deslumbrante contraataque, pero el balón final se perdió.
Luego, en el tiempo añadido, un pase sublime de McKennie encontró a Weah, que remató de forma brillante ante Beiranvand, pero fue anulado por fuera de juego.
Los iraníes, conscientes de que un empate los llevaría a la segunda ronda, intensificaron la presión en la segunda parte.
Sin embargo, el suplente Saman Ghoddos desperdició dos ocasiones inmejorables para meter a su equipo en el partido, al rematar de cabeza a bocajarro y disparar por encima del larguero en el minuto 65, con toda la portería por delante.
Poco después, Saeid Ezatolahi envió un disparo lejano por encima del larguero, mientras los estadounidenses seguían viviendo con peligro.
Irán volvió a amenazar en los últimos 10 minutos, cuando Ali Karimi no llegó a rematar un centro de Ezatolahi.
En el tiempo añadido, un cabezazo de Morteza Pouraliganji se marchó fuera por poco, y luego Mehdi Taremi pidió un penalti tras un enredo con Cameron Carter Vickers, lo que hizo que los nervios de los estadounidenses se desbordasen antes de que su equipo se aferrase a una famosa victoria.
Inglaterra también avanzó el martes fuera del Grupo B tras vencer a Gales por 3-0 y clasificarse para los octavos de final.
Un doblete de Marcus Rashford y otro tanto de Phil Foden dieron a Inglaterra una cómoda victoria y pusieron fin a la primera campaña de Gales en el Mundial desde 1958 en la fase de grupos.
Con los dos aportando la punta de lanza que tanto faltó en su anterior partido -un aburrido empate sin goles contra Estados Unidos-, Inglaterra ganó por segunda vez en sus últimos nueve partidos.
Una primera parte titubeante demostró que los Tres Leones aún tienen margen de mejora en su intento de conseguir su primer gran trofeo desde la Copa Mundial de 1966.
Sin embargo, la implacable manera en que demolieron a Gales tras el descanso les dio ánimos de cara al enfrentamiento del domingo con el segundo clasificado del Grupo A, Senegal.
Mientras que los aficionados ingleses consideran a Alemania y a Escocia como sus principales rivales, Gales nunca ha ocultado lo mucho que le gusta superar a sus odiados vecinos.
El equipo de Gales fue filmado celebrando la vergonzosa eliminación de Inglaterra en la Eurocopa 2016 contra Islandia, mientras que el delantero galés Kieffer Moore dijo recientemente que le encantaría eliminar a los ingleses de la Copa del Mundo.
Teniendo en cuenta estos desprecios, condenar a Gales a la eliminación fue una ventaja para Inglaterra.
Pero lo más importante es que aliviaron la angustia que se había acumulado desde que fueron abucheados tras el letárgico empate con Estados Unidos, que siguió a la goleada por 6-2 a Irán en el primer partido del grupo.