DOHA, Qatar – En el vestíbulo del Hotel Avenue, junto a una concurrida autopista de Doha, las banderas nacionales de las 32 selecciones que compiten en la Copa del Mundo estaban pegadas por todas las paredes. Pero, aunque la bandera israelí no se veía por ningún lado, había una presencia israelí en la sala.
Vestido con un traje azul real a pesar del agobiante calor del mediodía, Alon Lavi forma parte de un equipo de seis diplomáticos enviados por Jerusalén para asistir a los israelíes que visitan el Estado del Golfo. Dijo que tras aterrizar en el aeropuerto internacional de Hamad, su equipo fue “recibido y aceptado por el representante del gobierno sin ningún problema”.
“Estamos aquí para establecer la capacidad de prestar servicios consulares… A fin de cuentas, no tenemos una embajada aquí, no tenemos ninguna oficina”, dijo Lavi, portavoz de la delegación.
“Incluso funciones básicas como la conexión a los sistemas necesarios para proporcionar documentos de viaje. Tuvimos que traer una impresora israelí, eso lleva tiempo”.
Según la FIFA, 4.500 aficionados que llegan han registrado su nacionalidad como israelí. Sin embargo, la propia evaluación del Ministerio de Asuntos Exteriores sugiere que aproximadamente el mismo número ha entrado o entrará en Qatar utilizando un pasaporte no israelí, en previsión de posibles riesgos de seguridad, lo que eleva el número de aficionados israelíes hasta 10.000.
Aunque no tienen vínculos oficiales, Jerusalén se compromete con Doha a conceder permisos para la distribución de ayuda qatarí en la Franja de Gaza, pero los detalles de estos contactos rara vez se confirman públicamente. Doha también proporciona abiertamente una base para los líderes de Hamás, el grupo terrorista palestino que gobierna la Franja.
Qatar acogió una oficina comercial israelí de 1995 a 2000, pero se considera improbable que se una a otros Estados del Golfo para establecer vínculos plenos con Israel debido a su relación con Irán, el archienemigo regional del Estado judío.
Durante su entrevista con The Times of Israel, Lavi se esforzó en subrayar que la renovada presencia israelí en Doha era temporal y no anunciaba un avance en los vínculos.
Debido a la falta de relaciones diplomáticas, era necesario un acuerdo especial entre la FIFA, Israel y Qatar para permitir que los diplomáticos israelíes llegaran y asistieran a los israelíes que viajaran para el torneo.
“Llevamos meses discutiendo esto con la FIFA y Qatar. Cuando un país acoge unos partidos, es parte del trato”, dijo Lavi, y añadió que “normalmente para Oriente Medio, culminó con un acuerdo en el minuto 90”.
Hasta ahora, los funcionarios consulares se han ocupado sobre todo de israelíes que han perdido sus pasaportes. Sin embargo, en un incidente, el equipo colaboró en la búsqueda de un ciudadano israelí que se había perdido brevemente y se había desorientado en la aglomeración urbana de Doha.
Cuando se le preguntó si las autoridades qataríes habían impuesto alguna restricción adicional a los funcionarios israelíes, el diplomático dijo: “La expectativa es tener un canal y un diálogo abiertos con los contactos locales, pero sin restricciones”.
Lavi también criticó las informaciones no verificadas de que se había prohibido la comida kosher en el país, y reveló que el incidente “causó algunos dolores de cabeza” a las autoridades qataríes que intentan presentar su país como religiosamente abierto y culturalmente tolerante.