La energía eólica va viento en popa, ya que las innovaciones en tierra y en el mar son cada vez más frecuentes, y Europa y otras grandes potencias mundiales apuestan a lo grande por el futuro de las energías renovables.
La empresa danesa de aerogeneradores Vestas tiene previsto revolucionar la producción eólica de Dinamarca con su nuevo aerogenerador marino de 15 megavatios, que mide 280 metros de altura y cuyas palas alcanzan la asombrosa cifra de 115,5 metros.
Vestas tiene previsto situar un prototipo de la nueva turbina en tierra firme, para garantizar que se pueda acceder fácilmente a ella para realizar pruebas de funcionamiento, ya en la segunda mitad de 2022, para que entre en funcionamiento antes de finales de ese año.
Se espera que la producción eólica de la turbina ascienda a 80 giga vatios hora al año, suficiente para abastecer a unos 20.000 hogares, y Vestas presume de que “será la turbina eólica más alta y potente del mundo una vez instalada”.
Establecer nuevos parques eólicos con turbinas más grandes significa que hay que construir menos turbinas para generar la misma cantidad de energía, lo que implica menores costes de mantenimiento y funcionamiento.
Dinamarca sigue liderando también la energía eólica marina y las energías renovables, y el 30 % de la energía del país procede ya de fuentes renovables. Dinamarca fue uno de los primeros países en desarrollar la energía eólica, ya que instaló su primer aerogenerador en 1979 y creó importantes parques eólicos marinos en 2002, 2009 y 2019.
Pero Vestas no es la única empresa que está tratando de mejorar la energía eólica. Este mismo agosto, la china MingYang Smart Energy anunció que inauguraría un prototipo de aerogenerador marino de 264 metros en 2023, con el objetivo de lanzar el producto acabado en 2024. MingYang espera igualmente producir 80 giga vatios hora al año de energía eólica.
MingYang espera reclamar su participación en la eólica europea antes de que no quede espacio. La empresa se dispone a establecer una importante planta de fabricación en Alemania para producir sus aerogeneradores, construyendo la primera planta eólica china en la región. No es de extrañar que las empresas chinas estén compitiendo por su parte del pastel, ya que se espera que el sector eólico marino se multiplique por más de diez en la próxima década y media.
En mayo de este año, GE anunció que completaría “el mayor parque eólico marino del mundo”, compuesto por las turbinas Haliade-X de 14 megavatios de GE Renewable Energy. Siemens Gamesa está probando un producto similar, habiendo enviado su góndola prototipo SG 14-222 DD a Dinamarca para la fase de pruebas, con la esperanza de que su modelo comercial le siga en 2024.
Aurélie Nasse, directora de estrategia de mercado de productos offshore de Vestas, sugiere que, aunque las innovaciones en el sector eólico son abundantes, el sector energético necesita que las industrias de apoyo estén a la altura si espera tener éxito. “Tenemos que asegurarnos de que sea una carrera sostenible para todos los integrantes del sector”, afirma, expresando la necesidad de puertos más grandes, así como de los equipos y buques de instalación necesarios para transportar las enormes piezas de las turbinas y construirlas en alta mar.
Sin embargo, parece que, con las grandes potencias mundiales y las organizaciones internacionales presionando por una política más ecológica y el paso a la neutralidad del carbono para 2050, las empresas están dispuestas a invertir fuertemente en la energía eólica, incluso si la rentabilidad no es actualmente optimista. “Si se miran los resultados financieros de los [fabricantes], básicamente ninguno gana ya dinero”, “Eso es un gran riesgo”.
Y más allá de la idea de que más grande es mejor, varios actores tienen grandes planes para el futuro de la energía eólica. Por ejemplo, Vestas espera producir palas de aerogeneradores totalmente reciclables con resina epoxi para 2030, en apoyo de su estrategia de cero residuos, una mejora de su objetivo de reciclabilidad del 55 %. Esto se suma al anuncio de Siemens Gamesa de que producirá palas de aerogeneradores marinos totalmente reciclables.
En el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson cree que la energía eólica marina podría abastecer a todos los hogares británicos ya en 2030, con el objetivo de convertirse en el “líder mundial en generación de energía limpia de bajo coste”. Esto supondría un aumento del anterior objetivo de producción de 30 giga vatios a 40 giga vatios. Johnson ha prometido una inversión de 207,46 millones de dólares en puertos y fábricas para la fabricación de la “próxima generación de turbinas”, esperando generar hasta 60.000 puestos de trabajo.
Mientras varias empresas y gobiernos de todo el mundo invierten en el futuro de la energía eólica, con nuevas innovaciones y objetivos optimistas para la próxima década, dos países parecen liderar la batalla: el Reino Unido y Dinamarca. Esto es cada vez más evidente, ya que ambos países compiten por construir la primera isla energética que funcione con energía totalmente renovable.
Así pues, mientras Dinamarca y el Reino Unido lideran el mundo de la energía eólica. Otras potencias europeas les siguen de cerca. China busca entrar en acción. Europa está dispuesta a superar sus objetivos de energía renovable si la inversión privada y el apoyo gubernamental a la energía eólica terrestre y marina continúan al ritmo actual.