Europa está importando niveles récord de gas natural licuado (GNL) este año, ya que busca reducir la dependencia del gas de los gasoductos rusos y llenar los depósitos de gas de cara al próximo invierno.
La Unión Europea y el Reino Unido registraron un nivel récord de importaciones de GNL en abril de 2022, cuando las importaciones alcanzaron una media de 16.500 millones de pies cúbicos al día (Bcf/d) y superaron los 19.0 Bcf/d en algunos días de ese mes, según informó el martes la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Las importaciones de GNL de Europa se han disparado este año ya que los inventarios de almacenamiento de gas estaban en niveles históricamente bajos desde el otoño de 2021 hasta la primavera de 2022. El gas de los gasoductos no estaba satisfaciendo las necesidades energéticas de Europa, mientras que los precios más altos del GNL al contado en Europa en comparación con Asia atrajeron a los proveedores con flexibilidad de destino para enviar GNL a Europa. Estos proveedores procedían en su mayoría de Estados Unidos, según la EIA.
Durante los cinco primeros meses de 2022, las importaciones de GNL de la UE y el Reino Unido alcanzaron una media de 14,9 Bcf/d. Eso es un 66 por ciento más alto que el promedio anual en 2021 y 4,7 Bcf/d más que el máximo pre-pandémico de 10,3 Bcf/d en 2019, según datos de CEDIGAZ citados por la EIA.
Actualmente, 14 países en Europa tienen instalaciones de importación de GNL, pero la utilización de estas instalaciones varía según la región. Las partes norte y sur de la red de gasoductos europeos no están totalmente integradas, señaló la EIA.
Dado que Europa quiere eliminar su dependencia del gas natural ruso para 2027, cada vez más países miran al mercado del GNL y a los contratos de suministro con exportadores de gas distintos de Rusia. Alemania, la mayor economía europea, tiene previsto construir dos instalaciones de importación de GNL en Brunsbuettel y Wilhelmshaven.
Desde hace más de seis meses, Europa es el principal impulsor de la demanda mundial de GNL, ya que busca sustituir cuanto antes el suministro de gas por gasoducto ruso. Desde la crisis energética del pasado otoño, Europa ha desplazado a Asia como motor de crecimiento de la demanda de GNL y ya no es “el mercado de último recurso” para los cargamentos de GNL.