Estados Unidos anunció el martes una prohibición de las importaciones de productos energéticos rusos, sin la participación de los aliados en Europa.
La prohibición incluye no sólo el petróleo ruso, sino también el carbón y el gas natural licuado (GNL), dijeron fuentes de Bloomberg, que hablaron bajo condición de anonimato.
“Hoy anuncio que Estados Unidos está apuntando a la principal arteria de la economía rusa. Vamos a prohibir todas las importaciones de petróleo, gas y energía rusos. Eso significa que el petróleo ruso ya no será aceptable en los puertos de Estados Unidos y que el pueblo estadounidense asestará otro poderoso golpe a la maquinaria bélica de Putin”, dijo el presidente Biden en un comunicado de la Casa Blanca el martes.
El presidente subrayó que, aunque la decisión se había tomado en estrecha consulta con sus aliados europeos, entendía que no todos los aliados estarían en condiciones de unirse a Estados Unidos en la sanción de los suministros energéticos de Rusia.
El lunes surgieron informes de que Estados Unidos estaba considerando prohibir las importaciones de petróleo ruso sin la participación de sus aliados europeos, al menos en una fase inicial de presión sobre la mayor fuente de ingresos de Putin.
Los aliados occidentales se han abstenido hasta ahora de imponer sanciones a las exportaciones energéticas de Rusia por temor a crear escasez en el mercado del petróleo. Europa depende mucho más del petróleo ruso que Estados Unidos.
Europa -sobre todo el canciller alemán Olaf Scholz- dijo el lunes que no estaba de acuerdo con prohibir las importaciones de petróleo y gas de Rusia.
“Actualmente, no hay otra forma de asegurar el suministro de energía de Europa para la generación de calor, la movilidad, el suministro de electricidad y la industria”, dijo Scholz.
“Por lo tanto, es nuestra decisión consciente de seguir haciendo negocios con la energía rusa”, dijo el lunes el canciller alemán.
Mientras tanto, también el lunes, demócratas y republicanos en el Congreso llegaron a un acuerdo bipartidista que allanaría el camino para prohibir la importación de productos energéticos de Rusia.
Rusia advirtió el lunes que un embargo energético a Moscú tendría “consecuencias catastróficas para el mercado mundial”, dijo el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, y añadió que si los aliados occidentales cortan el petróleo ruso, los precios podrían subir a 300 dólares el barril o incluso más.
Estados Unidos, que importa alrededor de 500.000 bpd de crudo y productos rusos, puede permitirse prohibir las importaciones de Rusia sin graves consecuencias para su industria y su economía, a diferencia de Europa.