La compañía italiana de servicios petrolíferos Saipem anunció el jueves una proyección de decremento del 20% en los encargos procedentes de Aramco, como consecuencia directa de las directrices emitidas por el conglomerado petrolero saudí a finales de enero, consistiendo en la cancelación de sus proyectos de ampliación de capacidad. Según se informó a través de Reuters, esta decisión marca un punto de inflexión en la colaboración estratégica establecida entre ambos gigantes del sector energético.
En el año 2020, Saipem consolidó un acuerdo de colaboración de 12 años con Saudi Aramco, estableciendo un flujo constante de proyectos que ha generado ingresos promedio superiores a los 1.600 millones de dólares en actividades de ingeniería y construcción dirigidas a Aramco durante el periodo comprendido entre 2021 y 2023. Este pacto ha sido crucial para la expansión y consolidación de Saipem dentro del mercado energético global, según detalla Reuters.
El nuevo plan de negocio de Saipem, ajustado a las circunstancias actuales, ya contempla una reducción del 20% en los encargos originados desde Arabia Saudí en comparación con el ciclo anterior. “No anticipamos impactos significativos en nuestra estrategia a mediano plazo”, declaró Alessandro Puliti, consejero delegado de Saipem, citado por Reuters en una conferencia telefónica posterior a la divulgación de los resultados financieros del cuarto trimestre.
Adicionalmente, en su presentación de resultados financieros, Saipem expresó su intención de retomar el pago de dividendos a sus accionistas para el año 2025, como indicativo de la eficacia de su plan de reestructuración implementado en 2022. La compañía se comprometió a distribuir hasta el 40% de su flujo de caja operativo a los inversores, decisión que generó una reacción positiva inmediata en el valor de sus acciones en el mercado.
Por otro lado, Aramco reveló a finales de enero que recibió instrucciones de Riad para suspender los planes de incremento de su capacidad máxima sostenible a 13 millones de barriles diarios, lo que implicaba una expansión de 1 millón de barriles diarios. Esta medida se alinea con los esfuerzos globales hacia la transición energética, reflejando un replanteamiento estratégico frente a las dinámicas cambiantes del mercado energético mundial.
Saudi Aramco actualizará sus proyecciones de inversión capital para el año fiscal en curso, siguiendo la nueva directriz gubernamental, con la expectativa de presentar sus resultados financieros del año 2023 en marzo. A pesar de la cancelación de su ambicioso plan de expansión, la entidad ha suscrito acuerdos ascendentes a 6.000 millones de dólares con más de 40 proveedores locales, fortaleciendo su cadena de valor nacional y reafirmando su compromiso con el desarrollo económico de Arabia Saudí.
A pesar del revés en los planes de expansión de Aramco, sus dirigentes subrayan la necesidad de contrarrestar el declive natural de los campos petroleros, crucial para mantener el equilibrio en la oferta mundial de petróleo. Con la producción global enfrentando una disminución anual de hasta 6 millones de bpd, la capacidad de producción excedentaria se estima apenas en un 3% sobre la demanda mundial, según declaraciones del ejecutivo de Aramco.