Aramco espera que la demanda de petróleo se recupere a los niveles pre pandémicos para el 2022 mientras que la oferta se estrecha, creando un déficit, informó el director ejecutivo del gigante energético del Estado saudí a Energy Intelligence.
China es una vez más el centro de atención. Según Amin Nasser, será responsable de la mayor parte del repunte, junto con otros países en desarrollo de Asia oriental y otras partes del mundo.
Sin embargo, en cuanto a la oferta, Nasser advirtió que los recortes de gastos podrían crear una escasez, y no será un asunto de corto plazo.
“Sí, existe la preocupación de que podamos terminar con una crisis de suministro a medio y largo plazo si este nivel de inversión no se corrige de cara al futuro”, mencionó el ejecutivo a Amena Bakr de Energy Intelligence. La industria ha recortado alrededor de un tercio de sus gastos con respecto al nivel del año pasado.
La entrevista salió el mismo día en que la OPEP revisó a la baja su pronóstico de demanda de petróleo para 2021, esperando ahora un rebote más lento que en los pronósticos anteriores, dijo el cártel en su informe mensual sobre los mercados petroleros.
De acuerdo con las últimas estimaciones, la demanda de petróleo promediará 96.84 millones de bpd el próximo año, una revisión a la baja de 80 mil bpd desde setiembre. La OPEP atribuyó la revisión a una recuperación económica más lenta en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como en los países no pertenecientes a la OCDE. Sin embargo, incluso con la revisión, la demanda de 2021 sería 6,5 millones de bpd superior a la del 2020.
La Agencia Internacional de la Energía es menos optimista. En su último Informe sobre el Mercado del Petróleo, la autoridad manifestó que esperaba un aumento de 5,5 millones de bpd en la demanda de petróleo el próximo año, pero a un total más alto que el de la OPEP, a 97,2 millones. La agencia, sin embargo, advirtió que el efecto que la pandemia tuvo en el consumo mundial de petróleo sería a largo plazo. En ese sentido, difiere de la creencia de Nasser de que lo peor para la industria petrolera ya ha pasado.