La Corte Penal Internacional (CPI) se prepara al parecer para abrir dos causas por crímenes de guerra y dictar órdenes de detención por el secuestro de niños ucranianos en Rusia.
Al parecer, el fiscal del tribunal está preparando la emisión de órdenes de detención contra los rusos considerados responsables de la práctica de enviar a niños ucranianos a centros de retención y posteriormente alojarlos con familias rusas al otro lado de la frontera o enviarlos a los llamados “campamentos de verano”.
Se espera que Karim Khan, abogado británico que ejerce de fiscal en la CPI, pida a los jueces de instrucción que aprueben las órdenes de detención basándose en las pruebas reunidas por varios organismos internacionales.
Esto se produce después de que Khan abriera por primera vez una investigación sobre los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas y mercenarios privados en Ucrania tras la invasión de febrero del año pasado.
Según el New York Times, la CPI abrirá un caso sobre el secuestro de niños ucranianos y otro sobre el despiadado bombardeo ruso de infraestructuras civiles e instalaciones energéticas en toda Ucrania.
El Times informó de que no está claro a quién pretende acusar el tribunal en ambos casos, y cuando se le pidió que confirmara que se habían solicitado las órdenes de detención, la oficina del fiscal se negó a hacer comentarios.
¿Qué es la Corte Penal Internacional?
La CPI es un tribunal permanente e internacional creado por el Estatuto de Roma, un tratado firmado por 123 países.
Tiene su sede en La Haya (Países Bajos) y es el primer tribunal de este tipo con facultades para investigar y procesar a personas acusadas de delitos internacionales graves.
La CPI suele enjuiciar los crímenes más graves, como crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, genocidio y crimen de agresión.
Aunque la CPI trabaja con las Naciones Unidas, no forma parte del grupo internacional y se rige por la Asamblea de los Estados Partes.
Cómo funciona
Como primer paso, Khan presentará cargos ante jueces de instrucción que determinarán si los casos cumplen las normas jurídicas necesarias para dictar órdenes de detención contra los considerados responsables de los crímenes.
Si los jueces de instrucción consideran que no se cumplen las normas legales, se podrán recabar más pruebas antes de seguir adelante con los procesamientos.
Si las órdenes siguen adelante, la CPI puede solicitar la detención y entrega de los acusados en virtud del artículo 89 del Estatuto de Roma.
La Corte depende de la cooperación de los países miembros para extraditar a los acusados de delitos o declarados culpables de los mismos.
Dado que no todos los Estados han firmado y ratificado el Estatuto de Roma, incluidos Rusia y Ucrania, las investigaciones y los posibles juicios del tribunal pueden resultar en vano en última instancia.
Aunque Moscú firmó el Estatuto de Roma en 2000, el Kremlin nunca ratificó el acuerdo para convertirse en miembro del tribunal, y en 2016, el presidente ruso Vladimir Putin aprobó la retirada de su país del proceso de adhesión al tribunal.