Opinión

Desde cualquier punto de vista, la retirada de Afganistán del presidente Biden se ha convertido en un desastre sin precedentes.

El Partido Demócrata, al menos en sus niveles de liderazgo, está poblado por personas no más competentes que Joe Biden.

El ex presidente Donald Trump condenó la agenda de Biden para imponer una "cultura woke" en Estados Unidos y el mundo.

La retirada de Afganistán ha enseñado dos cosas: Biden es poco fiable como líder y aparentemente está alejado de la realidad.

Para entender los últimos 40 años de lucha islámica en Afganistán debemos examinar primero el legado de Abdullah Yusuf Azzam.

Durante años desprestigiaron a Trump mientras limpiaban a Biden: un traje corrupto, mediocre y vacío, no apto para ningún cargo.

La caída de Afganistán en manos de los talibanes es una debacle para Estados Unidos; las consecuencias tomarán forma rápido.

Los demócratas quieren que todo el mundo sepa que los conservadores de Estados Unidos son incluso peor que los talibanes.

Los afganos están arriesgando sus vidas y entregando a sus hijos por unos ideales que la Teoría Crítica de la Raza pretende destruir.

El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel podría tener la oportunidad de hacer algo bueno esta semana.