El primer ministro Naftali Bennett se niega a comprometerse a abrir las escuelas en todo el país el 1 de septiembre como estaba previsto, mientras los casos de COVID-19 siguen aumentando.
“Esa decisión la tomaremos en la próxima semana, de acuerdo con la situación de la pandemia”, dice Bennett a un periodista del Canal 13 de noticias cuando se le pregunta por el inicio programado de las escuelas.
Ayer, el gobierno aprobó un plan para las zonas de alto contagio que hará que las aulas con bajos niveles de alumnos vacunados pasen a la enseñanza a distancia en línea.
Según las normas del nuevo plan, solo podrán reunirse en persona las aulas en las que más del 70% de los alumnos estén vacunados, se hayan recuperado o superen una prueba serológica positiva de anticuerpos.
Las aulas que queden por debajo de ese nivel tendrán que pasar a la enseñanza en casa.
Más de 8.700 israelíes dieron ayer positivo en las pruebas de COVID, una cifra que no se veía en Israel desde principios de febrero. Actualmente hay 946 israelíes hospitalizados con COVID, 579 en estado grave y 97 con respiradores.