A medida que el ejército de Israel continúa desarrollando su plan plurianual Momentum, el futuro campo de batalla, que se basará en la inteligencia artificial en tiempo real y en la guerra multidimensional, es cada vez más claro.
Con una nueva era de tecnología y una amplia gama de plataformas civiles adaptadas para fines militares, la secreta Unidad 9900 de las FDI está proporcionando a las tropas en el campo de batalla y a los pilotos en el cielo una sensación de realidad aumentada nunca antes vista en el ejército.
El jueves los reporteros tuvieron la rara oportunidad de ver las nuevas capacidades de la Unidad 9900, cuyas operaciones, que sirven un papel crítico para el ejército al dar forma a su mapa de inteligencia, son normalmente confidenciales.
La Unidad 9900 es responsable de reunir inteligencia visual, incluyendo datos geográficos de satélites y aeronaves, así como de mapear e interpretar dicha inteligencia para las tropas en el campo de batalla, así como para los responsables de la toma de decisiones.
Las nuevas capacidades de la Unidad 9900, que se han desarrollado y adaptado al futuro campo de batalla como parte del plan plurianual Momentum de las FDI para hacer más eficiente el ejército, ya se han utilizado en varias operaciones muy publicitadas, en varios frentes.
Si en guerras anteriores las tropas podían visualizar al enemigo en un lugar claro, los enemigos de hoy en día están descentralizados y son mucho más difíciles de visualizar. Se han convertido en blancos sensibles al tiempo que desafían a las FDI a atacarlos inmediatamente después de ser detectados antes de que vuelvan a desaparecer.
Una de las formas en que las FDI han comenzado a enfrentar este desafío es la guerra orientada a la inteligencia, que proporciona a las tropas en el campo una inteligencia precisa basada en las capacidades de mapeo en 3D desarrolladas por la unidad.
Los mapas en 3D elaborados por las tropas de la Unidad 9900 – de las cuales el 58% son mujeres – permiten a las tropas sobre el terreno, así como a los pilotos de caza, obtener una imagen completa del territorio enemigo incluso antes de que se dirijan al campo de batalla.
La Unidad 9900, que depende de la Dirección de Inteligencia de las FDI, también ha asimilado el interminable potencial y la creciente tendencia a utilizar aviones no tripulados. Una nueva unidad de aviones no tripulados se abrió en la unidad hace dos semanas y es responsable de reunir inteligencia de alta precisión a altas resoluciones utilizando aviones no tripulados multirotor y otras tecnologías avanzadas.
Todos los drones y los sensores integrados en ellos son de compañías civiles y están adaptados a las necesidades de las FDI. Son capaces de volar en todas las condiciones climáticas, día y noche, para recoger inteligencia e imágenes de alta resolución sobre el enemigo.
Según un oficial superior de la unidad de drones de la Unidad 9900, las FDI son conscientes de que esas plataformas pueden estrellarse o caer detrás de las líneas enemigas, pero dijo a los periodistas que no hay preocupación de que la inteligencia clasificada caiga en las manos equivocadas.
La nueva unidad de aviones teledirigidos forma parte de una importante inversión del ejército para aumentar la capacidad de la dirección de inteligencia de detectar fuerzas enemigas en zonas urbanas y ampliar su banco de objetivos tanto en el frente sur como en el norte.
Esa inteligencia proporcionada por los satélites y los aviones teledirigidos tripulados por la Unidad 9900, junto con escenarios realistas realizados en simuladores, preparan a las tropas para lo que podrían enfrentar en el campo de batalla.
Las tropas que probablemente se desplieguen en el barrio densamente poblado de Shuja’iyya, en la Franja de Gaza, por ejemplo, son capaces de saber en tiempo real dónde podrían ser el objetivo de un terrorista. A las tropas que entran en edificios enemigos también se les da una idea clara de cómo se ve el objetivo en el interior, y son capaces de ir virtualmente piso por piso y habitación por habitación para encontrar su objetivo antes de entrar realmente.
Pero no es solo el soldado en el suelo. Un piloto que apunta a un operativo específico de Hamás sabe exactamente a qué ventana apuntar su misil para minimizar las bajas civiles.
Una vez detrás de las líneas enemigas, las tropas podrán ver toda la inteligencia reunida en su tableta en tiempo real. Y mientras que todos los datos están automatizados, y proporcionan una imagen de inteligencia en vivo, es el oficial en el terreno quien toma las decisiones de orientación.
“La vista constante [inteligencia visual] nos permite ver las anomalías y los cambios”, dijo otro oficial superior de la Unidad 9900, añadiendo que esos cambios son analizados para proporcionar una imagen de inteligencia actualizada.
“Toda la inteligencia recopilada sobre un objetivo permite a las FDI actuar de forma más precisa”, dijo, explicando que “nada es irrelevante”, incluso lo que parece ser la información más mundana.