Las pruebas para admitir reclutas femeninas en dos unidades militares de élite israelíes comenzaron esta semana, en medio de un prolongado impulso para integrar cada vez más a las mujeres en funciones tradicionalmente dominadas por los hombres.
Las pruebas se centran en la Unidad 669, una unidad de élite de búsqueda y rescate de las Fuerzas Aéreas israelíes, así como en la unidad Yahalom del Cuerpo de Ingenieros de Combate, que se ocupa de misiones de sabotaje, explosivos e identificación y destrucción de túneles terroristas, entre otras responsabilidades.
Se espera que las pruebas para la unidad Yahalom incluyan a unas 130 posibles reclutas femeninas este año, con una primera ronda de alistamiento fijada para abril de 2023, y otra para noviembre de 2023.
Hasta ahora, 11 candidatas han sido aprobadas para participar en las pruebas de admisión para la Unidad 669, tras una revisión de sus datos físicos y médicos.
A varias reclutas sólo se les permitió participar tras confirmarse “que estaban cerca de cumplir los requisitos fisiológicos”, dijeron los militares. Los que completen las pruebas deberán cumplir los requisitos de entrenamiento establecidos antes de incorporarse a la unidad.
El ejército señaló que las pruebas para la Unidad 669 y Yahalom se modificaron “para mantener los estándares operativos de las FDI”, pero no especificó cómo.
En junio, tras una prolongada investigación interna, el ejército israelí anunció que ampliaría experimentalmente el número de funciones de combate disponibles para las mujeres. En aquel momento, el comandante de la Unidad 669 dijo que los nombramientos “se harán posibles basándose en los criterios fisiológicos existentes, y serán los mismos para mujeres y hombres”.