Canadá anunció el viernes que negará permanentemente la entrada a más de 10.000 miembros del régimen “asesino” de Irán, incluidos los miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, al que Ottawa culpa de actos “atroces” contra el pueblo iraní.
El primer ministro Justin Trudeau dijo que incluirá a Irán en la lista bajo “la disposición más poderosa” de la ley de inmigración y refugiados de Canadá para hacer que “más de 10.000 oficiales [del CGRI] y miembros de alto nivel más responsables de este comportamiento estatal atroz sean inadmisibles en Canadá”.
“Esta es la medida más fuerte que tenemos para perseguir a los Estados y a las entidades estatales”, dijo, señalando que anteriormente solo se aplicaba contra regímenes por crímenes de guerra o genocidio.
Las personas incluidas en la lista “serán inadmisibles en Canadá para siempre” y se les impedirá tener activos o realizar cualquier tipo de transacción financiera en este país, dijo.
Miles de canadienses se han manifestado en las calles en las últimas semanas en solidaridad con las protestas iraníes desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini mientras estaba bajo la custodia de la famosa policía de la moral iraní.
Al menos 92 personas han muerto en las protestas en Irán desde el 16 de septiembre, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo, mientras que un informe oficial eleva la cifra a unos 60 muertos, entre ellos 12 miembros de las fuerzas de seguridad.
Un estricto código de vestimenta en Irán obliga a las mujeres a llevar el velo islámico. En los últimos días, las escolares se han sumado a las protestas quitándose el hiyab o gritando consignas contra el gobierno.
Ottawa ya ha aplicado sanciones contra Irán por su programa nuclear, y Trudeau anunció la semana pasada una nueva ronda contra decenas de funcionarios iraníes, incluida su policía de la moral.
Canadá también ha presionado a Teherán para que indemnice a las familias de las víctimas del vuelo PS752, que fue derribado por Irán en enero de 2020, dejando 176 muertos, entre ellos 85 ciudadanos canadienses y residentes permanentes.
“El régimen iraní es un Estado patrocinador del terrorismo. Es represivo, teocrático y misógino”, dijo la viceprimera ministra Chrystia Freeland en la rueda de prensa.
“Estamos reconociendo formalmente ese hecho y actuando en consecuencia”, dijo.
Trudeau y Freeland también afirmaron que Ottawa “ampliará masivamente las sanciones [económicas] selectivas” contra personas y entidades de Irán, y actuará para impedir el blanqueo de dinero por parte de éstas en Canadá.
Añadieron que se cancelará el visado o la residencia permanente de las personas incluidas en la nueva prohibición que tengan vínculos con Canadá.