WASHINGTON – El gobierno de Biden anunció el jueves que enviará otros 600 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, mientras Estados Unidos se apresura a enviar más armas para alimentar la contraofensiva de Kiev, que ha recuperado grandes extensiones del asediado país y ha obligado a las tropas rusas a retirarse.
La Casa Blanca dijo que era la 21ª vez que el Departamento de Defensa ha sacado armas y otros equipos de los estantes para entregar a Ucrania.
El paquete incluirá más de los mismos tipos de municiones y equipos que han ayudado a las fuerzas ucranianas a rechazar a las fuerzas rusas en partes del este y el sur.
“El pueblo ucraniano está defendiendo su patria y luchando por su futuro con admirable determinación”, declaró el Secretario de Estado Antony Blinken.
“Las capacidades que estamos entregando están cuidadosamente calibradas para marcar la mayor diferencia en el campo de batalla y fortalecer la mano de Ucrania en la mesa de negociaciones cuando llegue el momento”, dijo en un comunicado.
La decisión de conceder nuevas ayudas con rapidez -tras la inyección de casi 2.900 millones de dólares en ayuda y financiación anunciada la semana pasada y los más de 3.000 millones anunciados a finales de agosto- subraya la intención de Estados Unidos de garantizar que Ucrania pueda mantener su impresionante contraataque lanzado a principios de este mes.
Esa financiación más reciente incluía 2.200 millones de dólares en financiación militar a largo plazo que Blinken anunció durante una visita a Ucrania la semana pasada, y un paquete de armas de 675 millones de dólares anunciado por el Secretario de Defensa Lloyd Austin en Europa ese mismo día.
Los 2.200 millones de dólares anunciados por Blinken en Kiev son para Ucrania y 18 de sus vecinos, incluidos los miembros de la OTAN y los socios de seguridad regional, que están potencialmente en riesgo de una futura agresión rusa, dijo Estados Unidos.
La reciente derrota de Moscú en el noreste de Ucrania fue su mayor derrota militar desde la retirada de las tropas rusas de las zonas cercanas a Kiev hace más de cinco meses.
El último paquete de sistemas de armamento eleva el importe total de la ayuda estadounidense a Ucrania a casi 15.900 millones de dólares desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo.
Los funcionarios estadounidenses que observan la contraofensiva han tenido cuidado de no declarar una victoria prematura, señalando que Rusia todavía tiene tropas y recursos sustanciales. Y se muestran cautelosos ante lo que pueda hacer el presidente ruso Vladimir Putin para cambiar la situación.
Pero los líderes estadounidenses también han dejado claro que las armas de precisión y los sistemas de cohetes proporcionados por Estados Unidos y sus aliados -incluyendo el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, o HIMARS, y el Misil Anti-Radiación de Alta Velocidad, o HARM- han sido clave para el dramático cambio de impulso.