El Gobierno de Estados Unidos está examinando 510 informes sobre OVNIS, más del triple que en su archivo de 2021, y aunque muchos fueron causados por drones o globos, cientos siguen sin explicación, según un informe publicado el jueves.
El informe 2022 del Director de Inteligencia Nacional (DNI) dijo que 247 “fenómenos anómalos no identificados” (FANI) o informes UAP han sido archivados con él desde junio de 2021, cuando reveló que tenía registros de 144 avistamientos de objetos aéreos sospechosos bajo examen.
Además, según el informe, se han desenterrado otros 119 informes que habían quedado relegados en registros antiguos de los últimos 17 años, lo que le deja con 510 en total.
La mayoría de los nuevos informes proceden de pilotos de la Marina y las Fuerzas Aéreas estadounidenses.
De ellos, cerca de 200 tenían explicaciones “sencillas”: se trataba de globos, aviones no tripulados o el llamado desorden aéreo, que incluye aves, fenómenos meteorológicos y bolsas de plástico en el aire.
Pero otros no han sido explicados, según el documento de la DNI, una versión no clasificada de un informe entregado al Congreso.
Éstos son objeto de examen por parte del Pentágono, las agencias de inteligencia estadounidenses y la NASA, ante la preocupación no de que se trate de naves extraterrestres, sino de desconocidas capacidades de espionaje de países rivales.
“Los UAP siguen representando un peligro para la seguridad de los vuelos y suponen una posible amenaza de recopilación por parte de adversarios”, dice el informe, refiriéndose a la recopilación de información de inteligencia.
“Algunos de estos FANI no caracterizados parecen haber demostrado características de vuelo o capacidades de rendimiento inusuales, y requieren un análisis más detallado”, decía.
Según el informe, muchos de esos informes aún inexplicables podrían deberse a fenómenos meteorológicos, sensores defectuosos o análisis erróneos realizados por humanos.
“Muchos informes carecen de datos lo suficientemente detallados como para permitir la atribución de FANI con un alto grado de certeza”.
El informe llega tras años de presiones del Congreso para que el ejército y la comunidad de inteligencia se tomen en serio lo que antes se llamaban ovnis, u objetos voladores no identificados.
Al ejército estadounidense le preocupa que algunos de los ovnis avistados por pilotos militares en el pasado puedan representar tecnologías de rivales estratégicos desconocidas para los científicos estadounidenses.
El Pentágono los denominaba anteriormente fenómenos aéreos no identificados, pero ahora lo ha cambiado por fenómenos anómalos no identificados para incluir los dominios aéreo, espacial y marítimo.
En 2020, el Pentágono difundió un vídeo aún inexplicable tomado por pilotos de la marina en el que se veían objetos que se movían a velocidades increíbles, giraban y desaparecían misteriosamente.
“Nos tomamos muy en serio los informes de incursiones en nuestros espacios designados, terrestres, marítimos o aéreos, y examinamos cada uno de ellos”, declaró el portavoz del Pentágono, Pat Ryder, en un comunicado.