Las bajas y los heridos rusos han superado los 75.000, según informaron hoy funcionarios de la administración Biden a los congresistas estadounidenses en una sesión informativa clasificada, según informó el miércoles la CNN.
“Nos informaron de que más de 75.000 rusos han muerto o han resultado heridos, lo que es enorme, tienen cantidades increíbles de inversión en sus fuerzas terrestres, más del 80% de sus fuerzas terrestres están empantanadas, y están cansadas”, dijo a CNN la representante demócrata Elissa Slotkin, de Michigan. “Pero siguen siendo los militares rusos”.
El ejército ucraniano afirmó en una actualización del jueves por la mañana que alrededor de 40.230 militares rusos han muerto desde que comenzó la guerra.
La semana pasada, un alto funcionario de defensa estadounidense dijo que Estados Unidos cree que las fuerzas rusas están sufriendo cientos de bajas diarias en la guerra, incluyendo miles de tenientes y capitanes.
Newsweek informó el jueves de que aproximadamente la mitad de las fuerzas rusas enviadas al país han muerto o han resultado heridas.
Los militares rusos también están “fatigados” y Ucrania está planeando una contraofensiva en el sur, informó la CNN, citando declaraciones de legisladores en la sesión informativa. Los funcionarios estadounidenses creen que la contraofensiva es la forma que tiene Ucrania de retomar la ciudad ocupada de Kherson, también situada en el sur de Ucrania.
El jefe del Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido, Richard Moore, dijo la semana pasada que cree que, dado que las fuerzas rusas están perdiendo efectivos, comenzarán a “perder fuerza en las próximas semanas”, según el informe.
¿Recibirá Ucrania nuevos misiles?
Slotkin, que recientemente regresó de un viaje a Ucrania, dijo que las próximas semanas serán críticas para el desarrollo del conflicto, en una entrevista con la CNN. Slotkin también afirmó que había un apoyo bipartidista para el envío de misiles de largo alcance ATACMS a Ucrania.
Sin embargo, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan dijo la semana pasada que Estados Unidos no proporcionaría esos misiles porque “podrían ser utilizados para golpear en territorio ruso, lo que escalaría aún más la guerra”, informó la CNN.
Los misiles pueden golpear hasta 180 millas (280 kilómetros) de distancia.