El grupo terrorista Hezbolá ha elevado su estado de alerta en todo Líbano, por temor a la amenaza de ataque de Israel y otras naciones, informó el sábado el diario kuwaití Al Rai.
La noticia se produjo en medio de una crisis política entre Beirut y Arabia Saudita, provocada por la sorpresiva renuncia del primer ministro libanés, Saad Hariri. Hariri citó a Irán y la intromisión de Hezbolá en la región como la razón por la que renunciaba. La difusión de la dimisión del 4 de noviembre desde la capital saudita se cree que fue diseñada por el reino del Golfo.
Se informó que Hezbolá elevó su estado de alerta el jueves, el mismo día que el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, le pidió que se desarmara y advirtió sobre los esfuerzos regionales para expulsarlo del gobierno libanés.
El diario kuwaití informó además que los líderes de Hezbolá instruyeron el cese de los envíos de armas al grupo desde Irán a través de la Siria devastada por la guerra.
Se cree que Israel ha llevado a cabo ataques aéreos contra sistemas avanzados de armas en Siria, incluidos misiles antiaéreos de fabricación rusa y misiles fabricados en Irán, así como posiciones de Hezbolá, aunque raramente confirma oficialmente tales ataques.
En agosto, un ex jefe de la fuerza aérea dijo que Israel llevó a cabo decenas de ataques aéreos contra convoyes de armas destinados al grupo terrorista libanés en los últimos cinco años.
Al-Jubeir advirtió el viernes que no habrá estabilidad en el Líbano a menos que Hezbolá se desarme.
La renuncia de Hariri, alineado con Arabia Saudí, ha sumido al Líbano en la confusión y ha generado preocupaciones de que el país podría verse arrastrado a una batalla por la supremacía regional entre Arabia Saudita e Irán.
Los principales funcionarios libaneses han acusado a Arabia Saudita de forzar la renuncia de Hariri y retenerlo en el reino en contra de su voluntad.
Hariri llegó a Francia el sábado invitado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien está tratando de ayudar a encontrar una solución a la crisis. Hariri ha negado cualquier coacción por parte de los saudíes.