El Pentágono dijo el viernes que la incursión militar de Ankara en el noreste de Siria estaba dañando las relaciones entre Estados Unidos y Turquía, y añadió que Estados Unidos no estaba abandonando a sus socios kurdos.
“No hemos abandonado a los kurdos, déjenme ser claro al respecto”, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, a los periodistas del Pentágono.
“Nadie dio luz verde a esta operación de Turquía, sino todo lo contrario. Hemos presionado mucho a todos los niveles para que los turcos no comenzaran esta operación”, dijo Esper.
Turquía intensificó sus ataques aéreos y de artillería contra la milicia kurda en el noreste de Siria el viernes, intensificando una ofensiva que ha generado advertencias de catástrofe humanitaria y ha vuelto a los legisladores republicanos contra el presidente estadounidense Donald Trump.
El YPG kurdo es el principal elemento de combate de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), que han actuado como los principales aliados de los Estados Unidos en una campaña de reconquista de territorio en manos del grupo estatal islámico.
Las SDF mantienen ahora la mayor parte del territorio que una vez constituyó el “califato” del Estado Islámico (ISIS) en Siria, y han mantenido en prisión a miles de combatientes del Estado islámico y a decenas de miles de miembros de sus familias en campos de concentración.
Esper dijo que había hablado con su homólogo turco sobre el daño que la incursión turca estaba causando en las relaciones entre Estados Unidos y Turquía, que son aliados de la OTAN.
Durante la misma sesión informativa, el presidente del Estado Mayor Conjunto, General Mark Milley, dijo que no había indicios de que Turquía fuera a detener su ofensiva, aunque la incursión terrestre turca había sido limitada por el momento.