WASHINGTON – El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, expresó el lunes su decepción por la decisión “muy desafortunada” de liberar el petrolero iraní detenido en Gibraltar, una crítica implícita a Reino Unido.
El Territorio Británico de Ultramar rechazó la demanda de Estados Unidos de volver a incautar el petrolero, que desde entonces ha salido de Gibraltar y ha entrado en aguas internacionales.
“Es una pena que este barco haya sido botado”, dijo Pompeo en una entrevista con Fox News cuando se le preguntó si la liberación fue un error británico.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán dijo el lunes que advirtió a Washington contra otro intento de incautación del petrolero.
“Irán hizo las advertencias necesarias a los funcionarios estadounidenses a través de los canales oficiales… para evitar este error, porque tendrá graves consecuencias”, dijo Abbas Mousavi, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, en una conferencia de prensa.
Gibraltar se apoderó del petrolero “Grace 1” el 4 de julio bajo la sospecha de que estaba transportando petróleo a Siria en violación de las sanciones de la Unión Europea, lo que provocó un fuerte deterioro de las relaciones entre Teherán y Londres. Irán ha negado repetidamente cualquier violación.
El jueves pasado, el Tribunal Supremo de Irán ordenó la liberación del petrolero, y las autoridades iraníes informaron que un nuevo equipo había llegado para operar el buque, ahora rebautizado como Adrián Dary, y sus 2.1 millones de barriles de petróleo.
Pero en el último minuto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo una petición para que se detuviera el barco, alegando que estaba involucrado en el apoyo a los envíos ilegales a Siria por parte del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní, un grupo terrorista incluido en la lista de Washington.
El Gobierno de Gibraltar rechazó la solicitud, alegando que no podía pedir una orden judicial para detener un superpetrolero porque las sanciones estadounidenses contra Irán no son aplicables en la Unión Europea.
Según el sitio web de vigilancia del Movimiento Marítimo, el superpetrolero desembarcó el domingo por la noche y se dirigió al sur con su carga valorizada en 130 millones de dólares.
Según el servicio de observación de buques, el petrolero se dirige rumbo hacia Kalamata (Grecia), cuya llegada está prevista para el 25 de agosto. No estaba claro de inmediato por qué el petrolero se dirigía hacia allí y si el destino podía cambiar.