Después de la anexión de Crimea, un grupo de tecnólogos políticos asociados con el gobierno ruso comenzó a “restaurar” la imagen de Rusia en el exterior y asegurar el reconocimiento de la “anexión” de la península en los países de la Unión Europea. Se asignaron decenas de miles de euros para sobornar a funcionarios europeos, según una investigación conjunta del Proyecto de Historias Importantes, el Proyecto Internacional de Informes sobre Corrupción y Crimen Organizado (OCCRP), la Asociación Italiana de Periodistas de Investigación (IRPI), periodistas del Estonian Express periódico y la revista austriaca Profil.
El Proyecto Historias Importantes afirma que a los parlamentarios europeos se les ofreció más de 20 mil euros por introducir resoluciones prorrusas en sus parlamentos. Seguiría un pago adicional en el caso de un voto “correcto”.
La resolución sobre el reconocimiento de Crimea como rusa por parte del Consejo de la región italiana de Veneto en 2016 fue el resultado de un soborno directo. La resolución, que se planeó enviar al parlamento italiano, también contenía un llamado a levantar las sanciones contra la Federación Rusa. La campaña fue organizada por un grupo de relaciones públicas encabezado por un empleado del aparato de la Duma estatal Sargis Mirzakhanian, escriben los investigadores, refiriéndose a la filtración de su correspondencia.
Después de Veneto, otras dos regiones italianas, Liguria y Lombardía, adoptaron resoluciones prorrusas similares. El “plan de acción” de Mirzakhanian titulado “Resoluciones en Austria e Italia” establece la estimación: “20 000 EUR + 20 000 EUR (bonificación), en caso de votación exitosa + 15 000 EUR en cada caso”. Se planificaron las mismas campañas para Letonia y Grecia, e incluso para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
El equipo de Mirzakhanian logró el mayor éxito en Chipre, donde en julio de 2016 el parlamento nacional votó a favor de una resolución que exigía la eliminación de las sanciones personales contra algunos rusos.
Además, las tareas de este grupo incluyeron la organización en los países de la UE de mítines, piquetes y otras acciones de protesta destinadas a desacreditar eventos o personas que contradicen los caminos de la política exterior de la Federación Rusa. Organización de acciones públicas para la abolición de las sanciones contra Rusia, en apoyo de la voluntad de Crimea y, en general, la política exterior de la Federación Rusa (incluida Siria).
Además, los investigadores encontraron entre los correos electrónicos de Mirzakhanian correspondencia con Leonid Slutsky, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal. Muestra que en 2017, Mirzakhanian y Slutsky trabajaron juntos para llevar a las próximas elecciones rusas la delegación más grande posible de los llamados “observadores extranjeros”, compuesta por diputados europeos de derecha. A los observadores “importados” se les pagaron los vuelos, el alojamiento y los gastos. El grupo invitado fue la Fundación Rusa para la Paz, encabezada por Slutsky. Según la filtración, el presupuesto del proyecto ascendía a 68 mil euros.