El primer día de la invasión, las fuerzas rusas ocuparon la antigua central nuclear de Chernóbil, en el norte de Ucrania. El 24 de febrero, las fuerzas rusas rodearon Chernóbil con tanques y vehículos blindados al cruzar a Ucrania desde la frontera con Bielorrusia.
Poco después, los rusos tomaron el control.
En marzo, los ucranianos arrebataron el control de la central en una maniobra sorprendente. Meses después, la central de Chernóbil vuelve a estar en el punto de mira y por razones muy peculiares para la humanidad. El reciente misterio que se desarrolla cerca de la central nuclear de Chernóbil se remonta a 1986, el año del caos nuclear absoluto cerca de Ucrania.
Según un estudio reciente, la catástrofe radiactiva de Chernóbil que tuvo lugar en 1986 ha alterado la evolución natural de las especies cercanas a la central nuclear.
Una investigación aparecida en la revista Evolutionary Applications afirma que la radiación del accidente de Chornobyl ha hecho que la rana arborícola oriental (Hyla Orientalis) de Ucrania cambie el color de su piel de verde a negro.
El 26 de abril de 1986, el cuarto reactor de la central nuclear de Chernóbil se fundió y explotó. El núcleo del reactor ardió entonces durante varios días al aire libre, provocando una catástrofe de una magnitud nunca vista en Europa.
Como consecuencia de la fusión, se vertieron contaminantes radiactivos en el aire que se extendieron por la mayor parte de la Europa adyacente, incluida Ucrania.
Estos isótopos radiactivos, principalmente subproductos de la fisión, emiten radiaciones ionizantes que pueden dañar el ADN y provocar mutaciones genéticas. Este incidente emitió 400 veces más radiación que la bomba nuclear que explotó en Hiroshima, Japón, durante la Segunda Guerra Mundial.
La lluvia radiactiva contaminó un área de 2.600 kilómetros cuadrados y se extendió a otras regiones de Europa, donde puede haber causado miles de muertes más. Y aunque la catástrofe de Chernóbil tuvo lugar hace más de 35 años, sus efectos en el ecosistema aún se dejan sentir.
A pesar de que la zona que rodea a Chornobyl es inhabitable, se ha convertido en una de las mayores reservas de vida silvestre de Europa. También alberga varias especies en peligro de extinción, como lobos, linces y osos.
Esto pudo despertar el interés de los científicos por investigar cómo se adaptaban las especies, y el resultado está aquí: ¡Las ranas se han vuelto negras!
El descubrimiento de las ranas de Chernóbil es significativo, ya que se produce cuando el Ministerio de Defensa ruso ha afirmado que la central nuclear de Zaporizhzhia, en el sur de Ucrania, ha sido supuestamente bombardeada por drones kamikazes de las fuerzas ucranianas, lo que podría provocar una catástrofe nuclear.
Las misteriosas ranas “nucleares” de Chernóbil
En el estudio de las ranas cerca de Chernóbil realizado por los científicos, se descubrieron varias ranas arbóreas orientales (Hyla Orientalis) de color negro inusual cerca de la planta nuclear dañada.
Esta especie suele tener un color dorsal verde brillante. Sin embargo, cerca del lugar de la explosión del reactor, las ranas descubiertas eran negras.
Los investigadores estudiaron la posibilidad de que la exposición a la radiación y la concentración de melanina estuvieran relacionadas. La motivación de la investigación fue que no se había estudiado mucho la capacidad de esta clase de pigmentos para disminuir los efectos dañinos de la radiación UV.
La melanina absorbe y disipa parcialmente la energía de la radiación. Así, cuando las personas se exponen a la radiación, las que tienen más melanina tienen menos probabilidades de sufrir daños celulares posteriormente y tienen más posibilidades de sobrevivir. También puede actuar como un escudo contra la radiación ionizante.
Los investigadores estudiaron la coloración dorsal de la piel de más de 200 ranas macho capturadas en 12 estanques de apareamiento distintos entre 2017 y 2019, tras el primer descubrimiento en 2016 que se hizo público.
Las áreas de estudio se distribuyeron a lo largo de un amplio gradiente de contaminación radiactiva. Incluían algunos de los lugares más radiactivos de la Tierra y cuatro sitios fuera de la zona de exclusión de Chernóbil.
Los resultados de la investigación implican que las ranas de Chernóbil pueden haber sufrido un rápido proceso evolutivo como reacción a la radiación. En este caso, el efecto protector de la melanina habría favorecido a las ranas con una coloración más oscura en el momento del accidente, que suelen representar una minoría en sus poblaciones.
Las ranas oscuras habrían tolerado mejor la radiación y habrían tenido más descendencia.
También es vital recordar que han existido más de diez generaciones de ranas desde el desastre. Los investigadores pudieron concluir que la razón por la que estas ranas negras han llegado a dominar la especie en la Zona de Exclusión de Chernóbil puede deberse a un proceso de selección natural excepcionalmente rápido.