Rusia lanzó ataques aéreos contra varios objetivos militares e industriales en Ucrania, logrando interrumpir el flujo de armas y municiones de otros países hacia Ucrania mientras continúa la invasión rusa, anunció el sábado el Ministerio de Defensa ruso.
Los ataques aéreos también lograron detener la producción y reparación de diferentes armas, municiones y equipos militares en las propias instalaciones de Ucrania, afirma Rusia.
Rusia también dijo que sus ataques aéreos lograron destruir cuatro estaciones de radar del sistema de defensa aérea ucraniano S-300 en las provincias de Dnipropetrovsk y Zaporizhzhia.
Bombardeos aéreos de Rusia en su actual invasión de Ucrania
Rusia ha estado lanzando una serie de bombardeos aéreos sobre Ucrania mientras se prolonga su invasión. Desde que comenzó la guerra el 24 de febrero, Rusia ha progresado lentamente, logrando algunos avances en el este y el sur. Sin embargo, la contraofensiva ucraniana en las provincias de Kherson y Kharkiv dio al traste con muchos de estos avances.
Recientemente, sin embargo, Rusia ha intensificado sus ataques aéreos contra Ucrania, que han golpeado numerosas ciudades e infraestructuras civiles en todo el país. Esto ha provocado escasez de agua, cortes de electricidad y pérdida de calefacción. Esto último es especialmente significativo, ya que priva al país del este de Europa del calor que tanto necesita cuando empiezan a llegar las duras temperaturas bajo cero del invierno ucraniano.
Estos ataques aéreos también han provocado la condena generalizada de Rusia por parte de la comunidad internacional, ya que muchos los consideran crímenes de guerra.
Los convenios de Ginebra y los protocolos adicionales elaborados por los tribunales internacionales establecen que las partes implicadas en un conflicto militar deben distinguir entre “bienes de carácter civil y objetivos militares” y que están prohibidos los ataques contra bienes de carácter civil.
Esta prohibición también está codificada en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI), que a principios de este año abrió una investigación sobre posibles crímenes de guerra en Ucrania.
Rusia, por su parte, sigue manteniendo que sólo ataca objetivos militares legítimos, y no infraestructuras civiles. Moscú sí reconoce que se han producido daños en infraestructuras civiles, pero afirma que se deben a las “acciones poco profesionales de las unidades de defensa antiaérea ucranianas”.
Información actualizada sobre la guerra entre Rusia y Ucrania
El conflicto sobre el terreno sigue recrudeciéndose, con ambos bandos informando de diferentes versiones y cifras de víctimas.
El gobernador de la región ucraniana de Donetsk, Pavlo Kirylenko, informó el domingo de que las fuerzas rusas habían matado a un civil ucraniano en Donetsk y herido a otro, según Pravda.
El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Valentyn Reznichenko, informó además de que el Raion de Nikopol fue alcanzado por la artillería rusa en cinco ocasiones durante la noche, causando daños en viviendas e hiriendo a un civil, según los medios de comunicación ucranianos.
Rusia afirma que ha tenido éxito en su lucha contra las fuerzas ucranianas en varios frentes, derribando a unos 40 soldados y 11 vehículos en el óblast de Kharkiv. Al parecer, otros 30 soldados de reserva ucranianos murieron o resultaron heridos en un ataque preventivo ruso en la región de Donetsk, en el que fueron abatidos dos vehículos blindados y dos camionetas. Más de 30 soldados ucranianos también habrían sido abatidos cerca de Bakhmut, en la región de Donetsk, en una ofensiva rusa. En la región de Donetsk también fue atacado un lugar donde se alojaban temporalmente “mercenarios extranjeros”, término utilizado por Rusia para referirse a los extranjeros que se ofrecían voluntarios para luchar por Ucrania contra Rusia.
Como ha ocurrido a lo largo de la guerra, las cifras tanto del lado ruso como del ucraniano son imposibles de verificar.