Los medios de comunicación occidentales especulan con la posibilidad de que el presidente estadounidense, Joe Biden, anuncie en breve la transferencia de tanques Abrams a Kiev, en medio de las peticiones de tanques occidentales de última generación para Ucrania. Sin embargo, Rusia ya ha enviado una severa advertencia contra cualquier aventurerismo de este tipo.
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, advirtió el 24 de enero que transferir los tanques Abrams a Ucrania sería visto como otra “flagrante provocación” contra Rusia y que el ejército ruso destruiría el equipo.
“Si se toma la decisión de transferir a Kiev M1 Abrams, los tanques estadounidenses sin ninguna duda serán destruidos como todas las demás muestras de equipo militar de la OTAN… Si Estados Unidos decide suministrar tanques, será imposible justificar tales medidas utilizando argumentos sobre ‘armas defensivas’. Sería otra flagrante provocación contra la Federación Rusa. Nadie debería hacerse ilusiones sobre quién es el verdadero agresor en el conflicto actual”, declaró Antonov, citado por la embajada en Telegram.
La advertencia de Anatoly Antonov se produjo en respuesta a los informes de los medios de comunicación occidentales que sugerían que la Casa Blanca estaba cada vez más cerca de tomar la decisión de enviar los tanques Abrams a Ucrania. Algunos informes afirmaban que hasta 50 carros de combate Abrams podrían ser entregados a Kiev.
Además, la publicación alemana Der Spiegel también informó el 24 de enero de que Berlín se ha decidido finalmente a enviar sus carros de combate Leopard 2 a Ucrania para ayudar a reforzar el esfuerzo bélico del país. Anteriormente se había informado de que el país estaba ganando tiempo y basando su decisión en la decisión de Washington sobre los Abrams.
Además, estas especulaciones son significativas, ya que se producen pocos días después de que los aliados de la OTAN no lograran convencer a Estados Unidos y Alemania en la reunión de la base aérea de Ramstein para que anunciaran la entrega de sus respectivos carros de combate a Ucrania.
Durante varias semanas, los funcionarios ucranianos han estado pidiendo carros de combate principales (MBT) Abrams estadounidenses y Leopard 2 alemanes para montar una ofensiva terrestre contra los rusos.
Hasta ahora, la administración Biden se había abstenido de anunciar la entrega de sus MBT más avanzados a Kiev por temor a una escalada con Rusia. Sin embargo, vehículos blindados sofisticados como el Bradley y el Stryker han sido incluidos en los paquetes militares anunciados a principios de este mes.
Además, expertos militares occidentales han subrayado que los tanques Abrams podrían no ser aptos para su uso en el conflicto del este de Ucrania si Estados Unidos los suministra. Un reciente vídeo viral en las redes sociales mostraba cómo unos pocos centímetros de nieve limitaban la movilidad de los carros de combate Abrams.
Además, incluso si los tanques se entregan a Ucrania, las líneas de suministro para su combustible particular, mantenimiento rutinario, piezas de repuesto, transporte y entrenamiento podrían ser interrumpidas por los rusos en la batalla.
Hasta ahora, estas razones se han esgrimido para justificar la no entrega de los tanques Abrams a Ucrania. Sin embargo, la administración Biden puede estar ablandándose ante la posibilidad de superar por fin sus inhibiciones políticas y enviar un mensaje contundente a los rusos, incluso a costa de la provocación.
Los Abrams podrían dirigirse finalmente a Ucrania
Actualmente no se sabe con exactitud qué variantes o subvariantes del M1 Abrams se destinarán a Ucrania. Sin embargo, es probable que Estados Unidos envíe las anteriores variantes M1A1 o M1A2.
Estados Unidos autorizó el mes pasado la venta de tanques M1A1 Abrams a Polonia, solicitando la compra de al menos 116 tanques Abrams además de los tanques Abram encargados en 2020. El gobierno polaco podría reservar algunos tanques para Ucrania si fuera necesario.
El tanque Abrams está equipado con un blindaje compuesto avanzado, que ofrece una defensa eficaz contra el fuego hostil y los artefactos explosivos improvisados. Para salvaguardar a la tripulación de la posibilidad de que la munición del tanque explote si éste es destruido, el combustible y la munición se almacenan en compartimentos separados.
El Abrams está equipado con un ordenador de control de tiro integrado que permite al artillero atacar objetivos simplemente “apuntando y disparando”. El Abrams puede atacar objetivos a grandes distancias, de día o de noche, e incluso con mal tiempo, gracias a esta capacidad y a un potente paquete de sensores.
Estos tanques cuentan con cañones principales de 120 mm, aunque tienen diferentes configuraciones de blindaje, sensores, comunicaciones y otros equipos. El ejército estadounidense tiene almacenados miles de tanques M1.
El principal portavoz del Pentágono, el general de brigada de las Fuerzas Aéreas estadounidenses Patrick Ryder, declaró en rueda de prensa: “El M1 es un sistema de armas complejo cuyo mantenimiento supone todo un reto, como ya hemos comentado. Eso era cierto ayer. Es cierto hoy [y] lo será en el futuro”.
Es pertinente señalar que los oficiales estadounidenses han expresado con frecuencia su preocupación por el hecho de que los Abrams sean demasiado complicados de utilizar y requieran mucho combustible debido a la propulsión por turbina de gas del M1.
Esto significa esencialmente que las tropas tendrán que dedicar un tiempo considerable a entrenarse en estos avanzados sistemas, y que no estarán listos para su uso al menos dentro de semanas o meses.
“El tanque Abrams es un equipo muy complicado. Es caro y difícil de entrenar. Tiene un motor a reacción. Creo que gasta unos tres galones de combustible de avión por kilómetro. No es el sistema más fácil de mantener”, declaró a la prensa la semana pasada Colin Kahl, máximo responsable político del Pentágono. “Puede ser o no el sistema adecuado”.
Además de los tanques alemanes Leopard-2 y los Abrams estadounidenses, el Reino Unido también ha decidido enviar a Ucrania sus MBT Challenger de última generación. Aunque puede que no sean absolutamente revolucionarios, incluso un modesto número de estos tanques y otras armas podría ayudar a las fuerzas ucranianas en sus próximas operaciones ofensivas y defensivas.