Una revisión del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START) que tenga en cuenta todas las posibles armas de Rusia no es posible, porque varios prototipos aún no están listos para el combate, dijo Dmitry Novikov, Primer Vicepresidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, a la agencia de noticias rusa RT.
“Rusia tiene una serie de acontecimientos, pero, por regla general, hay un período de tiempo bastante largo entre el desarrollo de un nuevo tipo de arma y el momento en que se la pone en combate. Y en este caso es exactamente el tipo de situación con la que estamos lidiando”, dijo el diputado.
Novikov comentaba una declaración del Secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, en el sentido de que “todo el nuevo armamento que Rusia está tratando de adquirir” debe incluirse en el Nuevo START.
En mayo, el Subsecretario de Estado para el Control de Armas y Asuntos de Seguridad Internacional de los Estados Unidos, Andrea Thompson, dijo que el misil planeador hipersónico “Avangard” de Rusia y el misil balístico intercontinental “Sarmat” RS-28 se rigen por los términos del Nuevo START. Por otro lado, el sistema de misiles hipersónicos “Kinzhal” de Rusia, el misil de crucero furtivo de bajo vuelo “Burevestnik” con un “alcance ilimitado” y el vehículo submarino no tripulado “Poseidón” cumplen los criterios de los norteamericanos para “una nueva clase de armas estratégicas ofensivas”.
Las “superarmas” incluidas en la lista, así como el sistema láser de combate “Peresvet”, fueron presentadas por el presidente ruso Vladimir Putin en marzo de 2018.
El nuevo tratado START, que entró en vigor en febrero de 2011, expirará en febrero de 2021. El tratado limita el número de ojivas nucleares y de portadores estratégicos de ambos países.