Al parecer, Estados Unidos cree que las fuerzas rusas han comenzado a entrenarse en Irán para utilizar los drones de combate fabricados por la República Islámica, que la administración de Biden ha alegado que Moscú quiere comprar para su guerra en Ucrania.
“Durante las últimas semanas, los oficiales rusos han llevado a cabo un entrenamiento en Irán como parte del acuerdo para la transferencia de vehículos aéreos no tripulados de Irán a Rusia”, dijo un funcionario estadounidense no identificado a CNN el martes.
El funcionario añadió que EE.UU. ha desclasificado recientemente información sobre el entrenamiento.
Rusia no hizo ningún comentario sobre el informe.
El mes pasado, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, reveló que Teherán se está preparando para vender a Moscú cientos de aviones no tripulados de ataque y que funcionarios rusos visitaron recientemente Irán en dos ocasiones para evaluar los aviones no tripulados. Sullivan dijo entonces que el entrenamiento podría comenzar tan pronto como en julio.
Las imágenes de satélite publicadas por la Casa Blanca mostraban los drones Shahed-191 y Shahed-129 en el aeródromo de Kashan o volando cerca de él, donde Estados Unidos alega que los funcionarios rusos recibieron una exhibición. Israel reveló la ubicación de la base aérea el año pasado, alegando que se utilizaba para entrenar a los apoderados regionales de Irán en el manejo de drones avanzados.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán ha rechazado los informes sobre la exportación de drones iraníes a Rusia, calificándolos de “infundados”.
El informe de la CNN sobre el entrenamiento de oficiales rusos en Irán se produjo el mismo día en que un satélite iraní lanzado por Rusia despegó y entró en órbita en medio de la controversia de que Moscú podría utilizarlo para mejorar su vigilancia de objetivos militares en Ucrania.
Durante una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin el mes pasado, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pidió una “cooperación a largo plazo” con Rusia, y Teherán se ha negado a unirse a la condena internacional de la invasión de Moscú a su vecino prooccidental.