Está claro que, tras la caída del embargo de armas de la ONU, al que se opuso Estados Unidos, Irán mejorará el inventario de su fuerza aérea. Iniciado en 2006, el embargo de la ONU expiró hace dos años, en 2020. Sin embargo, incluso antes de que expirara el embargo, Washington se comprometió a oponerse a cualquier intento de Irán de adquirir tecnología armamentística avanzada.
Las últimas señales de Teherán son claras: el Su-35 Flanker-E ruso está en el punto de mira para una futura compra. Según diversos informes, se espera que el próximo año se adquieran 64 unidades del Flanker-E. Se puede decir que hay acuerdo después de que se afirmara que una parte de los misiles y drones iraníes suministrados a Rusia, utilizados en la guerra con Ucrania, se pagarán precisamente con una parte de los cazas.
A principios de septiembre, el comandante general de brigada Hamid Vahedi de las Fuerzas Aéreas de la República Islámica de Irán [IRIAF] confirmó que Irán estaba interesado en el Su-35. Sin embargo, al parecer, la discusión continúa, ya que antes de la elección del Su-35, Irán estuvo interesado en la posible adquisición de otro caza ruso -el Su-30 Flanker-C– durante al menos una década. Las fuentes afirman que en Teherán se están discutiendo “sobre la mesa” otras dos opciones: la compra del J-10C chino o del JF-17 Block 3 pakistaní.
El J-10C tiene ventaja sobre el Su-35
Si Teherán se inclina más por la compra del Su-35, hay que analizar por qué los otros dos cazas siguen sobre la mesa de negociaciones.
El J-10C tiene una gran ventaja sobre el Su-35 ruso en casi nueve de cada diez indicadores. En primer lugar, China puede producirlo en un plazo extremadamente corto. Un ejemplo es Pakistán. Islamabad encargó 36 unidades y China anunció que todas se entregarían en 18 meses. Después del F-35, se cree que el J-10C es el caza de producción más rápida del mundo.
El J-10C se considera un caza más avanzado que el Su-35, al menos sobre el papel. Durante mucho tiempo, fue el caza chino el principal candidato para la flota de cazas iraní. Tiene unos costes operativos y de mantenimiento más bajos que el Su-35. Por el mismo dinero, Irán puede encargar más unidades del J-10C que del buque insignia ruso. El J-10C está equipado con muchos sensores, un casco alto de material compuesto, una opción de vectorización del empuje, capacidades centradas en la red y armamento que lo hacen destacar entre los diseños de la competencia.
Es decir, la única ventaja del Su-35 no son las características del avión, sino la guerra en Ucrania y la necesidad de armamento de Rusia. Como no se sabe lo que ocurrirá en los próximos meses en Europa, puede resultar que Rusia tenga que llevar a cabo un trueque completo: Su-35 por armas.
El JF-17 Block 3 es una opción económica
A primera vista, puede decirse que el JF-17 Block 3 de Pakistán y China es una opción económica. Es inferior en velocidad y equipamiento de sensores no sólo a su hermano mayor chino J-10C, sino también al candidato ruso para la Fuerza Aérea iraní Su-35.
Sin embargo, el JF-17 Block 3 también tiene una ventaja sobre el competidor ruso, que es importante para la Fuerza Aérea iraní. En primer lugar la aviónica es de quinta generación. Algo que los rusos no tienen. En segundo lugar, el armamento del avión de combate es de un nivel extremadamente alto. En tercer lugar, su producción puede organizarse más rápidamente incluso que la del J-10C, y los costes de explotación y mantenimiento son incluso inferiores a los del J-10C chino.
Algunos expertos creen incluso que, gracias a su aviónica y a su buen armamento, el JF-17 puede librar, y ganar, una batalla contra el F-15 y el F-16. Se trata de una excelente elección que no sólo puede concebir sino también multiplicar la capacidad de combate de los actuales escuadrones de F-4 y F-5 de Irán. Siendo realistas, la adquisición puede resultar rentable en potencia, lo cual es una severidad en el mundo moderno con cualquier aeronave.
¿Comprará Irán sólo Su-35?
Si en 2006, al comienzo del embargo de armas, Irán no tenía una amplia elección para la compra de aviones de combate, hoy la situación es radicalmente diferente. Ya se plantea la pregunta: ¿comprará Irán sólo un tipo de avión o renovará su aviación a mayor escala?
Si partimos de la base de que el Su-35 es la “decisión tomada”, tengan por seguro que también hay sitio para los otros dos. La adquisición del JF-17 Block 3 sigue siendo posible tras un acuerdo para que el Su-35 sirva de contrapartida más ligera. Lo mismo puede decirse del otro caza chino, el J-10C.
Quizás la cuestión ya no sea si Irán comprará el Su-35, sino cuál de los dos [JF-17 o J-10C] apoyará al Flanker-E ruso en el aire, como análogo de un caza más ligero. Porque, al parecer, hay una razón por la que los dos cazas chinos siguen “en la mesa de toma de decisiones” en Teherán.