Un miembro de un grupo militante de oposición iraní en el exilio, con sede en California, fue secuestrado por Irán mientras se encontraba en Dubai, informó su familia el martes.
El presunto secuestro transfronterizo de Jamshid Sharmahd parece corroborado por los datos de localización de su teléfono móvil, compartidos por su familia con The Associated Press, que sugieren que fue llevado a la vecina Omán antes de dirigirse a Irán.
Irán no ha anunciado cómo detuvo a Sharmahd, aunque el anuncio se hizo en el contexto de las acciones encubiertas llevadas a cabo por Irán en medio de las crecientes tensiones con los Estados Unidos sobre el colapso del acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales.
Irán acusa a Sharmahd, de 65 años, de Glendora, California, de planear un ataque en el 2008 contra una mezquita en el que murieron 14 personas y resultaron heridas más de 200, así como de planear otros asaltos a través de la poco conocida Asamblea del Reino de Irán y su ala militante de Tondar. Transmitió una entrevista con él en la televisión estatal, imágenes que se asemejaban a muchas otras supuestas confesiones forzadas emitidas por el gobierno iraní en la última década.
Su familia, sin embargo, insiste en que Sharmahd solo actuó como portavoz del grupo y no tuvo nada que ver con ningún ataque en Irán. Sharmahd, que apoya la restauración de la monarquía iraní que fue derrocada en la Revolución Islámica de 1979, ya había sido blanco de un aparente complot de asesinato iraní en suelo estadounidense en el 2009.
“Buscamos el apoyo de cualquier país democrático, cualquier país libre”, mencionó su hijo Shayan Sharmahd a la AP. “Es una violación de los derechos humanos. No puedes coger a alguien en un tercer país y arrastrarlo a tu país”.
El Ministerio de Inteligencia de Irán no ha explicado en detalle cómo detuvo al anciano Sharmahd, salvo para negar que fue detenido en Tayikistán. El Ministerio y la misión de Irán ante las Naciones Unidas no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Sharmahd había estado en Dubai, tratando de viajar a la India para un acuerdo comercial que involucraba a su compañía de software, señaló su hijo. Esperaba conseguir un vuelo de conexión a pesar de que la actual pandemia del coronavirus interrumpe los viajes mundiales.
La familia de Sharmahd recibió el último mensaje de él el 28 de julio. Después de eso, ya no respondió a sus llamadas y mensajes, indicó su hijo. Los datos de localización del teléfono mostraron su teléfono móvil ese día en el Hotel Premier Inn del Aeropuerto Internacional de Dubai, donde se había estado alojando.
No está claro cómo ocurrió el secuestro. Un operador del hotel informó que Sharmahd se había marchado el 29 de julio. Los datos de rastreo mostraron que el teléfono móvil de Sharmahd viajó al sur de Dubai a la ciudad de Al Ain el 29 de julio, cruzando la frontera con Omán y pernoctando cerca de una escuela islámica en la ciudad fronteriza de al-Buraimi.
El 30 de julio, los datos de rastreo mostraron que el teléfono móvil viajó a la ciudad portuaria omaní de Sohar, donde la señal se detuvo.
Dos días después, el sábado, Irán anunció que había capturado a Sharmahd en una “operación compleja”. El Ministerio de Inteligencia publicó una fotografía de él con los ojos vendados.
Su hijo manifestó que creía que, en las imágenes de la televisión estatal, Sharmahd leyó rápidamente lo que Irán quería que dijera.
“Imagina a tu propio padre atado un día en la televisión y lo ves”, afirmó Shayan Sharmahd.
Los funcionarios occidentales creen que Irán lleva a cabo operaciones de inteligencia en Dubai y vigila a los cientos de miles de iraníes que viven en la ciudad-estado. Se sospecha que Irán secuestró y luego mató al ciudadano británico-iraní Abbas Yazdi en Dubai en el 2013, aunque Teherán ha negado su participación.
No solo Irán mantiene una presencia en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, donde hay unos cinco mil soldados estadounidenses y el puerto de escala más activo de la Marina estadounidense fuera de América. El Departamento de Estado de los Estados Unidos dirige su Oficina de Presencia Regional de Irán en Dubai, donde los diplomáticos vigilan los informes de los medios de comunicación iraníes y hablan con los iraníes.
Los hoteles de Dubai han sido durante mucho tiempo blanco de los operativos de inteligencia, como en el presunto asesinato en el 2010 por parte del Mossad israelí del operativo de Hamás Mahmoud al-Mabhouh. Dubai y el resto de los Emiratos Árabes Unidos han invertido desde entonces aún más en una elaborada red de vigilancia.
La policía y los funcionarios de Dubai, así como los funcionarios federales de Abu Dhabi y la Embajada de Omán en Washington, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los Emiratos Árabes Unidos llevan mucho tiempo tratando de reducir las tensiones con Irán después de que la campaña de máxima presión del presidente Donald Trump lo viera retirarse del acuerdo nuclear. El domingo, el Ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, el Jeque Abdullah bin Zayed Al Nahyan, mantuvo una videoconferencia con el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif.
Sin embargo, durante el último año, una serie de incidentes en aumento han sacudido Medio Oriente en general, lo que llevó a un ataque con aviones no tripulados estadounidenses en enero que mató a un alto general iraní en Bagdad y a un ataque iraní con misiles balísticos que hirió a docenas de soldados estadounidenses en Irak. También se han producido explosiones en petroleros frente a la costa de los Emiratos Árabes Unidos, que la Marina de los Estados Unidos ha atribuido a las minas lapa iraníes.
El mes pasado, un petrolero incautado por los Emiratos Árabes Unidos tras ser sospechoso de contrabando de petróleo crudo iraní fue secuestrado, probablemente por Irán. En junio, Irán condenó a muerte a otro periodista de la oposición que vivía en París y que detuvo en circunstancias poco claras.
Por ahora, la familia de Sharmahd declaró que se había puesto en contacto con el gobierno de Alemania, donde tiene la ciudadanía, y con el gobierno de los Estados Unidos, ya que ha vivido durante años en los Estados Unidos y estaba en vías de obtener la ciudadanía después del complot de asesinato del 2009.
La embajada alemana en Teherán ha pedido a las autoridades iraníes acceso consular, según el Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín, con la esperanza de entender cómo fue arrestado Sharmahd. Sin embargo, Irán no permite el acceso consular a sus ciudadanos con doble nacionalidad, considerándolos exclusivamente ciudadanos iraníes.
El Departamento de Estado, que en un informe anterior se refirió erróneamente a Sharmahd como ciudadano estadounidense, reconoció su detención y señaló que Irán “tiene un largo historial de detenciones de iraníes y extranjeros por cargos falsos”.
Aunque Irán aún no ha anunciado qué cargos enfrenta Sharmahd, otros detenidos por el atentado del 2008 han sido condenados y ejecutados. El hijo de Sharmahd afirmó que su padre sufre de la enfermedad de Parkinson, así como de diabetes y problemas cardíacos que requieren medicación y un cuidadoso control.
“Él está muy en riesgo”, mencionó su hijo. “Todos nosotros estamos extremadamente preocupados”.