Fuentes iraníes dijeron el miércoles que una instalación en Karaj fue blanco del ataque de un dron tipo cuadricóptero. Irán aseguró haber derribado el dron. El supuesto objetivo era un complejo dirigido por la Organización de la Energía Atómica. El Jerusalem Post informó que la operación de sabotaje causó importantes daños. El New York Times también informó que el ataque tenía como objetivo la producción de centrifugadoras.
Hay varios aspectos de este incidente que son de interés. Uno de ellos es que Irán admitió que había ocurrido, pero le restó importancia o afirmó haber frustrado el ataque. En segundo lugar, los informes de que en el lugar se fabricaban centrifugadoras avanzadas. En tercer lugar, el uso de un dron, y no cualquier tipo de dron, sino un cuadricóptero. El uso de un cuadricóptero, que suele tener un corto alcance y un tiempo de vuelo relativamente corto, ha llevado a los informes a concluir que el dron despegó desde el interior de Irán.
Aunque muchos de los cuadricópteros más populares disponibles en el mercado, como el DJI Mavic, solo pueden volar durante una media hora y no tienen una gran autonomía, algunas empresas han conseguido una mayor autonomía utilizando híbridos de gas y electricidad. Sin embargo, en general, los cuadricópteros no vuelan muy lejos, no pueden llevar mucha carga útil, como un explosivo, y no son muy eficaces para el sabotaje o las grandes operaciones destructivas.
Por eso los militares de todo el mundo, incluido Irán, han optado por los drones kamikaze, o municiones de merodeo, que son esencialmente un misil de crucero que puede volar hasta encontrar su objetivo. Algunos de ellos tienen un gran alcance. Irán ha sido pionero en varias versiones que exportó a los Hutíes en Yemen y que Hamás ha copiado y utilizado.
Así que esto deja el informe con muchas preguntas sobre por qué Irán admitiría que estaba siendo acosado por un dron aparentemente volado desde el interior del país. No es la primera vez que Teherán admite que podrían haberse introducido en la República Islámica armas interesantes y avanzadas para llevar a cabo atentados. En noviembre de 2020, según un informe de la BBC, Irán dijo que “cree que Israel y un grupo de la oposición en el exilio utilizaron un arma de control remoto para disparar contra el principal científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh”.
Irán también ha dicho que su instalación de Natanz fue objeto de un sabotaje en abril de 2021. Afirmó que la misma instalación fue dañada por un sabotaje en 2020. Teherán parece admitir que muchas de sus instalaciones nucleares sensibles están en peligro y son objeto de ataques con medios cada vez más complejos. La única central nuclear de Irán también fue cerrada hace varios días.
Irán parece carecer de la capacidad de protegerse contra estas complejas amenazas. Aunque afirmó haber detenido el reciente ataque con un dron, no está del todo claro que el propio dron fuera el arma principal utilizada en el ataque. Los cuadricópteros pueden utilizarse para otras cosas, como la vigilancia. El régimen aún no ha mostrado fotos del cuadricóptero, y no está del todo claro cómo podría haberlo derribado o interferido.
Irán ha aumentado sus inversiones en defensa aérea y radares. Sin embargo, los cuadricópteros son tan pequeños que es posible que no tenga la capacidad de interceptarlos. Enfrentarse a sus propias afirmaciones de que está sufriendo sabotajes, ataques con armas de control remoto y ahora con drones, debe dejar al régimen iraní preocupado por su seguridad interna.
El régimen se ha acostumbrado a exportar ataques al extranjero. Por ejemplo, ha enviado drones y misiles balísticos a Irak para que los utilicen las milicias proiraníes. En febrero de 2018, hizo volar un dron hacia el espacio aéreo israelí desde la base T-4 en Siria y fue acusado de estar detrás de otro dron que voló hacia el espacio aéreo israelí en mayo, ya sea desde Irak o Siria.
Ese es el modus operandi habitual de Irán: exportar amenazas. Admitir que cada vez se enfrenta a más amenazas internas debe servir de algo para el régimen. Culpar a los drones y a las armas complejas, ninguna de las cuales exhibe a los medios de comunicación, puede ser preferible a admitir que sus instalaciones están siendo dañadas por algún otro método embarazoso.