BAGDAD (Reuters) – Irak e Irán buscaron el martes aliviar las tensiones políticas bilaterales, ya que el primer ministro iraquí dijo que no permitiría ninguna amenaza a la República Islámica proveniente de su territorio.
Mustafa al-Kadhimi, de visita en Teherán y hablando en una conferencia de prensa junto al presidente iraní Hassan Rouhani, aludió a la preocupación de Irak por no convertirse en un campo de batalla entre Irán y Estados Unidos, que son archienemigos.
“El pueblo de Irak desea mantener buenas relaciones con la República Islámica de Irán sobre la base del principio de no interferencia en los asuntos internos de ambos países”, dijo en la conferencia, transmitida en directo por la televisión estatal iraní.
El primer ministro iraquí se enfrenta a un difícil equilibrio entre Teherán y Washington, que han estado a punto de abrir un conflicto en la región, en particular en suelo iraquí, durante el año pasado.
En su país, Kadhimi se enfrenta a una creciente presión de los partidos alineados con Irán y los grupos paramilitares que lo perciben como un aliado de los Estados Unidos porque ha indicado que quiere frenar el poder de las milicias y grupos políticos apoyados por Irán.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, durante una reunión posterior con Kadhimi, elogió a las Fuerzas de Movilización Popular, una institución iraquí controlada por el Estado que es un grupo de milicias, muchas de ellas respaldadas por Irán.
Jamenei también dijo que Irán no interferiría en las relaciones entre Irak y los Estados Unidos, según su sitio web oficial.
Kadhimi, haciendo su primer viaje al extranjero como primer ministro, dijo en su conferencia de prensa que Irak es un país “que no permitirá ninguna agresión o desafío a Irán desde su territorio”.
En los dos primeros meses de mandato de Kadhimi, las fuerzas de seguridad iraquíes llevaron a cabo dos redadas contra las milicias, pero la mayoría de los detenidos fueron liberados rápidamente. Los Estados Unidos elogiaron esos movimientos.
El Ministro de Relaciones Exteriores iraní Mohammad Javad Zarif visitó Bagdad el domingo, haciendo una parada en el lugar donde un ataque con aviones no tripulados de EE.UU. mató al cerebro militar iraní Qassem Soleimani y al jefe paramilitar iraquí Abu Mahdi al-Muhandis en enero.
Esa acción llevó a la región al borde de un conflicto total entre EE.UU. e Irán.
Jamenei dijo el martes que Irán “asestaría un golpe recíproco” a Washington por el asesinato de Soleimani.