El domingo se produjo un incendio en un oleoducto en la ciudad portuaria de Bandar Mahshahr, en el suroeste de Irán, lo que hizo sospechar que se trataba de un crimen, mientras seguían las protestas en todo el país.
Un vídeo procedente del lugar de los hechos mostraba una gran columna de humo que salía de una zona cercana a los depósitos de petróleo. El incendio causó daños, pero no se registraron víctimas, según IRNA.
El gobernador de Bandar Mahshahr dijo a IRNA que el incendio fue contenido y que la causa del incidente está siendo investigada.
Aunque los usuarios de las redes sociales iraníes teorizaron que el incendio podría haber sido provocado por un sabotaje, los medios de comunicación de la oposición o del régimen no informaron de que fuera así.
Además, el domingo, un cuartel militar perteneciente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) fue objeto de un “atentado”, en el que los oficiales del CGRI mataron a uno de los atacantes, mientras que un segundo atacante escapó. El CGRI no proporcionó más detalles.
Los trabajadores del petróleo amenazan con iniciar protestas y huelgas
En septiembre, el Consejo Organizador de las Protestas de los Trabajadores Contratistas del Petróleo advirtió que los trabajadores del petróleo y la petroquímica irían a la huelga si continuaba la represión de los manifestantes.
En las últimas semanas, los trabajadores de varias instalaciones petroleras han iniciado huelgas, y algunos han sido detenidos y encarcelados, según el consejo organizador.
A mediados de octubre, los trabajadores del yacimiento de gas convencional de la fase 14 de South Pars declararon en un vídeo compartido en las redes sociales que daban tres días a las fuerzas iraníes que atacaban a los manifestantes para que depusieran las armas, advirtiendo que, de lo contrario, “destruiríamos todo lo que hemos construido”. En otro vídeo, supuestamente procedente de la plataforma de South Pars, se veía a un trabajador anunciando su cooperación con los trabajadores petroleros en huelga y repitiendo la advertencia de que los trabajadores “destruirían todo” lo que habían construido si no cesaba la represión de los manifestantes.
En una reciente declaración, el consejo organizador afirmó que posponía la aplicación de sus ultimátums, debido a la continua detención de varios trabajadores y a las “condiciones de seguridad”.
El domingo, el consejo organizador informó de que los asociados oficiales que trabajan en 37 plataformas de gas pertenecientes a la Compañía de Petróleo y Gas de Pars, en la región de Pars del Sur, han dejado de enviar los informes diarios de rendimiento a las autoridades superiores en protesta por sus condiciones de trabajo.
El consejo subrayó que la falta de entrega de estos informes perturba la capacidad del Ministerio de Petróleo para planificar la distribución de petróleo para las provincias, las fábricas y la industria alimentaria y puede causar “graves problemas”.
La dirección de la empresa ha amenazado a los trabajadores con emprender acciones legales, pero éstos tienen la intención de continuar con sus protestas, según el consejo organizador.