Miles de manifestantes antiisraelíes marcharon después de las oraciones del viernes en Estambul en una airada protesta por la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, dijo un corresponsal de AFP.
Cánticos de consignas que incluyen «¡Jerusalén es nuestra y seguirá siéndolo!» y «abajo con Estados Unidos, abajo con Israel», los manifestantes marcharon después de las oraciones en la mezquita Otomana Fatih en el centro de Estambul, agregó el corresponsal.
Se planearon otras protestas en otras partes de Estambul y en toda Turquía el viernes.
«Consideramos a Jerusalén como el bastión de la comunidad musulmana … Estamos aquí para mostrar nuestra unidad y nuestra fuerza. Nadie puede disuadirnos», dijo el manifestante Doguhan, de 17 años.
Merve, una estudiante, dijo que ella y sus colegas habían abandonado sus clases para asistir a la protesta y describieron la decisión de Estados Unidos como «nula y sin efecto».
«Lo que Trump dice son palabras vacías y no significa nada para nosotros. Cada vez que vemos el nombre de Israel en un mapa, lo tachamos y escribimos en su lugar Palestina», agregó.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tomó una línea dura contra la medida e instó a una cumbre de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) el 13 de diciembre en Estambul.
A principios de esta semana, Erdogan amenazó con cortar los lazos con Israel si los Estados Unidos reconocieran a Jerusalén como la capital de Israel.
«Señor. ¡Trump! Jerusalén es una línea roja para los musulmanes», dijo Erdogan en una declaración televisada el martes.
El año pasado, Turquía e Israel pusieron fin a una disputa desencadenada cuando los partidarios turcos del grupo terrorista Hamás intentaron ejecutar el bloqueo de seguridad de la Franja de Gaza por parte de Israel. Después de que las tropas israelíes que abordaron el corredor del bloqueo fueron atacadas por los que estaban a bordo, abrieron fuego y mataron a 10 de los atacantes.
Desde entonces, ambas partes intensificaron la cooperación, especialmente en materia de energía, pero Erdogan, que se considera a sí mismo como un defensor de la llamada “causa palestina”, sigue criticando duramente al Estado judío.