Arabia Saudita prohibirá a todos los ciudadanos y residentes no vacunados contra el coronavirus chino la entrada a casi todos los espacios públicos a partir del 1 de agosto, según anunció el martes el Ministerio de Asuntos Municipales y Rurales del Reino.
“Como continuación de los esfuerzos del ministerio para proteger la salud del público, se exige la vacunación de los trabajadores y visitantes [que trabajan o van a entrar] en una serie de establecimientos municipales”, dijo el ministerio en un comunicado emitido el 20 de julio, refiriéndose a la vacunación contra el coronavirus chino.
Entre los establecimientos municipales que prohíben la entrada a las personas no vacunadas a partir del 1 de agosto se encuentran “centros comerciales, tiendas minoristas y mercados”, según el comunicado.
“Las personas también tendrán que mostrar una prueba de la vacuna para que se les permita la entrada en restaurantes, cafés, peluquerías para hombres, salones de belleza, [y] salones de bodas y fiestas”, informó Al Arabiya el 21 de julio.
La Agencia de Prensa Saudí (SPA) informó por primera vez el 18 de mayo sobre el plan del gobierno saudí de prohibir a los ciudadanos y residentes no vacunados contra el coronavirus chino la entrada a “cualquier establecimiento gubernamental, privado o educativo”, así como al transporte público, a partir del 1 de agosto.
“También se exigirá la vacunación para entrar en cualquier evento y actividad económica, comercial, cultural, científica o social, así como a cualquier actividad de entretenimiento o deportiva”, reveló entonces SPA.
A partir del 1 de agosto, el gobierno saudí utilizará su propia aplicación sanitaria “Tawakkalna” para “comprobar el estado de vacunación de los ciudadanos y residentes”, según Al Arabiya.
El Ministerio del Interior de Arabia Saudita anunció esta semana que todos los ciudadanos y residentes del Reino deberán recibir dos dosis de una vacuna contra el coronavirus chino antes de emprender un viaje internacional a partir del 9 de agosto.
“El nuevo requisito no se aplicará a los niños menores de 12 años, siempre que su póliza de seguro de viaje cubra los gastos relacionados con el COVID-19 [coronavirus chino] y esté previamente aprobada por el banco central de Arabia Saudita”, informó el lunes el medio de comunicación saudí Al Arabiya.
“También están exentas las personas que se infectaron con el virus en los últimos seis meses y las que se infectaron con el COVID-19 [coronavirus chino] pero recibieron la primera dosis de la vacuna”, según el informe del 19 de julio.
Arabia Saudita administra actualmente tres vacunas diferentes contra el coronavirus a sus ciudadanos como parte de su campaña estatal de inoculación contra el coronavirus chino. El Reino comenzó a utilizar una vacuna contra el coronavirus de dos dosis producida por la multinacional farmacéutica estadounidense Pfizer en diciembre de 2020. Las autoridades sanitarias saudíes aprobaron otra vacuna contra el coronavirus fabricada por una empresa farmacéutica estadounidense, Moderna, el 9 de julio. Tanto las vacunas contra el coronavirus chino de Pfizer como las de Moderna se basan en la tecnología del ARNm.
Arabia Saudita ha aprobado además una vacuna contra el coronavirus chino desarrollada por la multinacional farmacéutica y biotecnológica británico-sueca AstraZeneca, para su uso en el país. AstraZeneca ha desarrollado su vacuna contra el coronavirus junto con la Universidad de Oxford. La inoculación utiliza tecnología vectorial de adenovirus.
La vacuna basada en el adenovirus “se fabrica a partir de una versión debilitada de un virus del resfriado común (conocido como adenovirus) procedente de chimpancés. Se ha modificado para que contenga material genético compartido por el coronavirus, aunque no puede causar la enfermedad”, según un informe de AstraZeneca publicado por la BBC. “Una vez inyectado, enseña al sistema inmunitario del cuerpo a combatir el verdadero virus”.