Estados Unidos ha enviado bombarderos B-52 y helicópteros de combate Spectre a Afganistán en un intento de detener a los insurgentes talibanes que están avanzando hacia tres ciudades clave.
Los B-52 están volando hacia Afganistán desde una base aérea en Qatar, atacando objetivos en los alrededores de Kandahar, Herat y Lashkar Gah, en la provincia de Helmand, dijeron fuentes a The Times.
El movimiento se produce en medio de una situación cada vez más grave en Afganistán, ya que los talibanes siguen tomando territorio en todo el país a medida que las fuerzas lideradas por Estados Unidos se retiran.
El Pentágono estima que el grupo controla ahora la mitad de los 419 centros de distrito de Afganistán.
El viernes, los talibanes tomaron Zaranj, en Nimroz, convirtiéndola en la primera capital de provincia capturada por los insurgentes desde que comenzaron su campaña militar en mayo.
Los talibanes también asesinaron el mismo día en Kabul al jefe de prensa del gobierno, Dawa Khan Menapal.
El despliegue de bombarderos y helicópteros de combate estadounidenses también pone de manifiesto que las debilitadas fuerzas afganas siguen dependiendo del apoyo de Estados Unidos.
El Boeing B-52 Stratofortress es un bombardero estratégico subsónico de largo alcance que puede transportar hasta 32 toneladas de bombas.
Los bombarderos volaron por primera vez durante la Guerra Fría y desempeñaron un papel fundamental en el derrocamiento de los talibanes a finales de 2001, según Arab News.
Los B-52 no se utilizan en Afganistán desde hace casi un año, según The Times.
EE.UU. también está utilizando aviones no tripulados Reaper armados y helicópteros de combate AC-130 Spectre, y al menos cinco misiones se están volando cada día, dijo el Times.
Las fuerzas aéreas afganas siguen dependiendo de las aeronaves suministradas por Estados Unidos, que ahora se están quedando sin repuestos y sin técnicos capacitados tras la salida de los contratistas estadounidenses, informó The Times.
El periódico afirmó que al menos siete pilotos afganos han muerto tras ser blanco de los talibanes, mientras que otros están supuestamente agotados tras las incesantes misiones.
Aunque Joe Biden ha fijado como fecha límite para la retirada el 31 de agosto, fuentes de defensa estadounidenses dijeron a The Times que había toda la intención de continuar con los ataques aéreos después de esa fecha.
“Esto está empeorando día a día”, dijo el analista de seguridad y coronel retirado Mohammad Hassan a Arab News.
“La cancelación de los vuelos a Herat y el hecho de que Estados Unidos haya vuelto a utilizar los B-52 no son buenas señales. Causará más pánico entre la población en general y muestra la precariedad de la situación”.
El gobierno afgano calcula que más de 40.000 familias han sido desplazadas por los combates desde principios de mayo.