El presidente turco Recep Tayyip Erdogan fue advertido el domingo de mantener sus fuerzas fuera de Libia o enfrentarse a una respuesta armada.
La advertencia provino del hombre fuerte del ejército oriental de Libia, el general Khalifa Haftar, que dirige el Ejército Nacional Libio (LNA) en el conflicto con el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) en Trípoli, encabezado por Fayez Al-Sarraj.
Erdogan ha enviado mercenarios apoyados por Turquía desde Siria para luchar por el GNA, junto con artillería y armas pesadas que han cambiado la marea a su favor. En un discurso dirigido a las tropas para conmemorar el Eid Al-Adha, Haftar acusó al presidente turco de “venir a Libia en busca del legado de sus antepasados”.
Mencionó: “Le decimos que traduciremos el legado de tus antepasados con balas”. Para cualquier fuerza turca en Libia, no habría “ninguna piedad porque no merecen piedad”.
Los libios nunca aceptarían ser ocupados por los turcos, y nunca más serían colonizados, señaló Haftar.
Samuel Ramani, investigador de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, declaró a Arab News que Haftar estaba intensificando su retórica contra Turquía.
“Realmente está haciendo hincapié en que su guerra en Libia no es solo una lucha contra el extremismo o las milicias terroristas alineadas con el GNA, sino una lucha por la soberanía de Libia y la independencia de la agenda hegemónica de Turquía”.
La advertencia de Haftar a Erdogan sigue a una discusión verbal entre el Ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, y Anwar Gargash, Ministro de Estado de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, que apoya a Haftar.
“Abu Dhabi hace lo que hace en Libia y en Siria. Todo esto está siendo grabado. En el lugar y el momento adecuados, las cuentas serán saldadas”, indicó Akar. “Hay que preguntarle a Abu Dhabi, de dónde viene esta hostilidad, dónde estas intenciones, dónde están los celos”.
Gargash respondió con una advertencia a Turquía para que dejara de interferir en los asuntos árabes. “Las ilusiones colonialistas pertenecen a los archivos de la historia”, manifestó Gargash. “Las relaciones entre los estados no se llevan a cabo con amenazas”.