Cerca de 560 manifestantes iraquíes y fuerzas de seguridad murieron en los meses de disturbios antigubernamentales que estallaron en Irak el año pasado, dijo el gobierno el jueves.
El nuevo gobierno del Primer Ministro Mustafa Al-Kadhimi se ha comprometido a investigar la muerte y el encarcelamiento de cientos de manifestantes en los disturbios que desataron el gobierno anterior el año pasado.
El número de muertos está aproximadamente en línea con lo que los medios de comunicación y los grupos de derechos han informado.
El gobierno tratará a las 560 personas como “mártires” y a cada familia se le ofrecerán 10 millones de dinares (8.380 dólares) en compensación, dijo a los periodistas Hisham Daoud, asesor del primer ministro.
Las protestas comenzaron el 1 de octubre y continuaron durante varios meses, con cientos de miles de iraquíes que exigían empleos, servicios y la eliminación de la élite gobernante, que según ellos era corrupta.
Las protestas provocaron la dimisión del Primer Ministro Adel Abdul Mahdi, que fue sustituido en mayo por Kadhimi, un ex jefe de inteligencia.