El presidente Michel Aoun ha instado a los libaneses a no “ahogarse en la desesperación y a confiar en su Estado y participar en las próximas elecciones parlamentarias”.
Sus declaraciones se produjeron mientras Líbano celebraba el lunes su 78º Día de la Independencia con un aburrido y simbólico desfile militar en el Ministerio de Defensa.
Mientras tanto, la sociedad civil celebró el día con una potente y multitudinaria concentración cerca del puerto de Beirut, donde tuvo lugar la enorme explosión que sacudió la ciudad el 4 de agosto de 2020.
En su discurso televisado en la víspera del Día de la Independencia, Aoun indicó que la salida de la actual crisis de gobierno “no es tan difícil”.
Aoun dijo que la solución sería comprometerse con la Constitución, que exige “la separación de poderes”.
El domingo por la noche, el Ministerio de Cultura iluminó el edificio del museo nacional con los colores de la bandera libanesa.
La tradicional recepción que suele tener lugar en el palacio presidencial no se celebró este año debido a la situación actual del Líbano y a las circunstancias provocadas por el coronavirus.
Las repercusiones de la crisis política y económica fueron evidentes, ya sea a través de la apagada presencia del presidente Aoun, el Presidente del Parlamento Nabih Berri y el Primer Ministro Najib Mikati en el desfile militar, o las tristes declaraciones de algunos políticos e incluso diplomáticos.
El espectáculo civil simbólico que se celebró cerca del puerto reflejó el sufrimiento y el malestar de la gente debido a las catástrofes que han afectado a los libaneses.
La embajada de Estados Unidos en Líbano se limitó a tuitear una imagen con una escena natural de una región libanesa y escribió: “Que celebremos el Día de la Independencia en mejores condiciones”.
La embajadora de Francia en el Líbano, Anne Grillo, expresó en un tuit sus deseos “por un Líbano soberano y unido para superar los desafíos que enfrenta hoy. Una nación y un país que surjan del fuerte apego de los libaneses a la convivencia en un país abierto, libre y pluralista”.
Grillo, cuyo país ha liderado una iniciativa para resolver la crisis libanesa, dijo que “Francia está al lado de la población libanesa que se compromete con determinación, talento y coraje a construir la nación a la que aspira y que merece”.
“La trágica situación del Líbano exige que todas las autoridades, así como la clase política, asuman sus responsabilidades sin más demora”, dijo.
Grillo participó en el desfile simbólico celebrado por el mando del ejército y en el que participaron unidades militares, la Dirección General de la Defensa Civil y la Cruz Roja libanesa.
Tras el desfile, Aoun, Berri y Mikati compartieron el mismo vehículo y se dirigieron al palacio presidencial de Baabda.
Tras su reunión, Berri expresó su esperanza de que la situación mejore.
Mikati dijo: “No podemos tener independencia si no estamos unidos, y el entendimiento es la clave”.
“Durante nuestra reunión de hoy, hemos mantenido un diálogo serio y espero que sea fructífero”, dijo.
En cuanto a la crisis con los países del Golfo, especialmente con Arabia Saudita, el presidente Aoun dijo: “Líbano busca establecer las mejores relaciones con sus hermanos árabes, y especialmente con los países del Golfo”.
El presidente espera que “el asunto se resuelva pronto”.
Aoun, sin embargo, no adoptó ninguna posición clara respecto a la dimisión del ministro de Información, Georges Kordahi, “basándose en la necesidad de separar las posiciones del Estado libanés y las posiciones de individuos o grupos, especialmente que el régimen democrático en Líbano garantiza la libertad de opinión y de expresión.”
Este año, Aoun pronunció su último discurso en esa ocasión, ya que su mandato termina en octubre de 2022.
Durante su discurso, Aoun pareció defender su actuación durante los últimos cinco años de su mandato.
Dijo que el 40 por ciento de su mandato “pasó sin gobierno, ya que el proceso de formación se vio obstaculizado debido a los obstáculos artificiales y a los enfrentamientos, que retrasaron las reformas y exacerbaron las crisis”.
Aoun destacó el “papel del ejército al asumir la responsabilidad de preservar la estabilidad y la seguridad del Líbano, a pesar de los impactos de las crisis económicas en el ejército.”
La ex ministra May Chidiac comentó el desfile: “El simbolismo de la independencia no reside en un desfile simbólico, mientras que Líbano es en realidad una nación en cautiverio, con Hezbolá y sus ramas controlando su soberanía y confiscando su papel. El pueblo libanés ya ha sido suficientemente humillado por sus falsas promesas”.
La sociedad civil marcó el día con un vibrante y poderoso espectáculo en la plaza frente al puerto y no en la plaza de los Mártires, donde celebraron ese día hace dos años.
Los participantes izaron la bandera libanesa y carteles que decían: “Devolveremos nuestro país”, “Nos levantaremos de la oscuridad”, “Líbano es nuestro hogar” y “Nos negamos a irnos”.
El desfile de este año reflejó las repercusiones de la explosión del puerto y de la crisis económica y política.
Los lemas de la marcha simbólica se centraron en el “pueblo, el ejército y el sistema judicial para subrayar la importancia de construir un estado de derecho, alejado de las injerencias políticas”.