Rusia debería renunciar a este portaaviones y desguazarlo. El maldito Almirante Kuznetsov ha salido por fin del dique seco, pero eso no significa que vaya a volver a alta mar.
El único portaaviones ruso ha sufrido más catástrofes de las que cabría imaginar. Se ha incendiado más de una vez con consecuencias mortales. Ha habido numerosos accidentes y averías, además de hundirse el dique seco, y se han perdido aviones en percances.
Almirante Kuznetsov: ¿Cuál es el futuro del portaaviones?
En un principio, Rusia tenía previsto que el Almirante Kuznetsov se sometiera a una renovación de cuatro años. Ahora se encuentra en el sexto año del proyecto.
La Armada de Vladimir Putin espera que pueda ser desplegado en 2024, pero eso es optimista. La Armada rusa cree que el reacondicionamiento podría añadir entre 10 y 15 años a su vida útil.
Una vez más, no es probable. El último golpe de mala suerte se produjo en enero, cuando las bodegas se llenaron de agua y el casco presentaba un peligroso nivel de corrosión.
Mucho trabajo por hacer
El portaaviones ha salido del dique seco, pero no con propulsión propia. Ha tenido que ser remolcado.
Buenas noticias para su salida, pero malas para sus motores. El buque tiene ocho calderas turbo-presurizadas y los constructores quieren sustituir cuatro y renovar el resto.
Los trabajadores están recubriendo la cubierta de vuelo. Se instalarán defensas antiaéreas modernas. Además, el buque contará con nuevos sistemas de guerra electrónica y comunicaciones, incluidas capacidades de inteligencia y vigilancia.
Todo esto iba a costar a la empresa rusa United Shipbuilding Corporation la friolera de 866 millones de dólares. Pero Moscú sólo asignó la mitad de esa cantidad, y es probable que los fondos se recorten de nuevo debido a la guerra en Ucrania. Rusia debería empezar de nuevo y construir un nuevo portaaviones por ese coste.
Más detalles sobre el portaaviones
El Admiral Kuznetsov data de 1982, año en que fue construido y terminado en 1991. Ha pasado la mayor parte de su vida en puerto debido a la dificultad de su mantenimiento. El portaaviones mide 1.000 pies de eslora y desplaza 58.000 toneladas. Es más pequeño que los portaaviones estadounidenses y puede realizar operaciones con sólo 24 aviones. Una ventaja del portaaviones son sus misiles antibuque P-700 Granit para superar la escasez de aviones de ataque.
El portaaviones realizó un despliegue en Siria en 2016 que tuvo cierto éxito -en cuanto a que el buque de guerra abandonó el puerto, claro. Tuvo que ser escoltado por un remolcador en caso de avería. Pero las operaciones en la cubierta de vuelo fueron menos que estelares. El buque perdió dos aviones en tres semanas debido a accidentes.
Incidentes en el portaaviones ruso
Hubo otro incendio en diciembre de 2022. Todos los trabajadores salieron sanos y salvos, pero fue una vergüenza para la armada rusa. Incluso cuando navega en alta mar, el portaaviones expulsa un humo sucio, pesado y negro llamado mazut que hace que el buque parezca insalubre.
En 2019, se produjo un incendio en la sala de máquinas por un accidente de soldadura y murieron otros dos empleados. Catorce sufrieron inhalación de humo y quemaduras. En 2018, una grúa flotante destrozó la cubierta del Kuznetsov en un accidente en el que murió un trabajador y otros cuatro resultaron heridos. Incluso hubo un caso de malversación en el astillero en 2021.
El futuro de la Armada rusa
La Armada rusa tiene que tomar una decisión: seguir trabajando en el Admiral Kuznetsov o desguazarlo e intentar construir un nuevo portaaviones. Esto costaría probablemente al menos un billón de dólares y diez años de trabajo.
Moscú debe revisar a fondo la marina. La rama no ha disfrutado de una buena guerra en Ucrania. Perdió su buque insignia del Mar Negro, el Moskva, a manos de misiles enemigos. El resto de los buques sólo disparan misiles standoff. La flota nunca atacó Odesa, como algunos analistas predijeron que haría. Se trata de una armada de aguas verdes sólo capaz de llevar a cabo operaciones en el Cercano Oriente cerca de casa. El despliegue en Siria fue un buen intento, pero su calificación en la misión fue probablemente sólo un «C-plus».
Es hora de que los rusos reimaginen su armada y la mejoren para convertirla en una potencia marítima global. Tal y como están las cosas ahora, no lo son, y el Admiral Kuznetsov, aunque vuelva a navegar, no cambiará este estado de cosas.