El B-2 Spirit, bombardero furtivo de EE. UU., clave en misiones de precisión, podría usarse contra el sitio nuclear de Fordo en la guerra Israel-Irán.
Desarrollo y tecnología del bombardero stealth B-2 Spirit
El B-2 Spirit, desarrollado por Northrop Grumman, surgió como respuesta a la necesidad de un bombardero estratégico capaz de penetrar defensas antiaéreas avanzadas durante la Guerra Fría. Su diseño comenzó en 1979 bajo el programa Advanced Technology Bomber (ATB). La Fuerza Aérea de EE. UU. buscaba un avión con tecnología furtiva para evadir radares soviéticos. El primer prototipo voló el 17 de julio de 1989 en Palmdale, California. La producción se limitó a 21 unidades debido a su alto costo, estimado en $2.100 millones por avión en 1997. La entrega del primer B-2 operativo ocurrió el 17 de diciembre de 1993 en la base Whiteman Air Force Base, Misuri, hogar exclusivo de la flota.
El diseño del B-2, conocido como ala volante, elimina la cola y el fuselaje tradicional, lo que reduce su firma radar. Incorpora materiales compuestos, recubrimientos absorbentes de radar y un perfil aerodinámico que minimiza la detección. Su capacidad de carga alcanza las 18 toneladas, con bombas convencionales y nucleares incluidas. Equipado con sistemas de navegación y puntería avanzados, puede operar a 50.000 pies de altitud y recorrer 6.000 millas náuticas sin repostar. La tripulación de dos pilotos opera misiones de hasta 44 horas con apoyo de reabastecimiento en vuelo.
La tecnología furtiva del B-2 combina baja observabilidad en infrarrojo, acústica, electromagnética y visual. Aunque detalles técnicos permanecen clasificados, su diseño permite ataques de precisión en entornos hostiles. Durante su desarrollo, se enfrentó a críticas por costos excesivos y retrasos, pero su versatilidad lo consolidó como un activo estratégico clave para el Pentágono.
El programa enfrentó desafíos técnicos, como la integración de sistemas stealth con capacidades de bombardeo pesado. Las pruebas iniciales revelaron problemas con los recubrimientos furtivos, que requerían mantenimiento intensivo. A pesar de ello, el B-2 alcanzó capacidad operativa completa en diciembre de 2003, tras años de ajustes.
Primeras misiones de combate del B-2 Spirit
El B-2 Spirit debutó en combate el 24 de marzo de 1999 durante la Operación Allied Force en Kosovo. Seis B-2 despegaron desde Whiteman Air Force Base, volaron 31 horas sin escalas y atacaron objetivos serbios con bombas JDAM guiadas por GPS. Destruyeron el 33% de los blancos asignados en las primeras ocho semanas de la campaña. Las misiones, apoyadas por aviones de guerra electrónica como el EA-6B Prowler, no reportaron pérdidas.
En 2001, durante la Operación Enduring Freedom en Afganistán, los B-2 realizaron algunas de sus misiones más largas, ya que volaron desde Misuri a objetivos talibanes y regresaron sin escalas. En 2003, en la Operación Iraqi Freedom, ejecutaron 49 salidas y lanzaron 1,5 millones de libras de municiones, incluidas bombas penetradoras contra búnkeres iraquíes. En 2011, participaron en la Operación Odyssey Dawn en Libia, donde destruyeron objetivos clave en la primera noche de la intervención. En 2017, atacaron posiciones del Estado Islámico en Sirte, Libia, con bombas de precisión.
El 16 de octubre de 2024, los B-2 ejecutaron su misión más reciente conocida, cuando atacaron búnkeres de armas hutíes en Yemen con bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP). Esta operación, la primera confirmada con el uso del MOP, destruyó instalaciones subterráneas y sirvió como advertencia a Irán sobre la capacidad de EE. UU. para neutralizar sitios fortificados.
Datos clave sobre el B-2 Spirit y su posible rol en Fordo
- Producción: Solo 19 de los 21 B-2 construidos permanecen operativos tras dos accidentes (2008 y 2010).
- Carga útil: Capaz de transportar dos bombas GBU-57 MOP, de 13.600 kg cada una, diseñadas para destruir búnkeres profundos.
- Alcance: 6.000 millas náuticas sin repostar; hasta 10.000 con reabastecimiento aéreo.
- Operaciones: Ha volado en Kosovo (1999), Afganistán (2001), Irak (2003), Libia (2011, 2017) y Yemen (2024).
- Base: Whiteman Air Force Base, única instalación con hangares climatizados para su mantenimiento.
Rol potencial del B-2 Spirit en la guerra Israel-Irán
La guerra Israel-Irán, iniciada el 13 de junio de 2025 con la Operación Rising Lion, marcó una escalada tras el vencimiento de un ultimátum de EE. UU. para que Irán detuviera su programa nuclear. Israel lanzó ataques contra instalaciones nucleares iraníes, incluidas Natanz e Isfahan, lo que causó daños significativos. Sin embargo, el sitio de enriquecimiento de uranio Fordo, ubicado a 32 km de Qom, permanece intacto según la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). Construido a 80-90 metros bajo una montaña, Fordo alberga las centrífugas más avanzadas de Irán, que enriquecen uranio al 60%, cerca del 90% necesario para armas nucleares.
Israel atacó Fordo el primer día de la operación, pero no logró dañarlo debido a su profundidad y fortificaciones. La GBU-57 MOP, de 13.600 kg y capaz de penetrar 60 metros de roca, es la única arma convencional conocida que podría destruir Fordo. Solo el B-2 Spirit está configurado para transportar y desplegar esta bomba, de la cual EE. UU. posee unas pocas docenas. En 2009, el Pentágono construyó una réplica de Fordo en un desierto estadounidense y probó el MOP, con lo que destruyó el objetivo en un ensayo clasificado.
Desde el 17 de junio de 2025, movimientos de aviones de reabastecimiento KC-135 Stratotanker rumbo al este sugieren preparativos para operaciones con B-2 en la región. La base Diego García en el océano Índico, que alberga B-2 desde marzo de 2025, podría servir como punto de partida. Sin embargo, un ataque a Fordo requeriría múltiples impactos consecutivos con MOP para garantizar la penetración, dada la profundidad del sitio. Los B-2 operarían bajo estricta coordinación con sistemas de guerra electrónica y escoltas para evadir defensas antiaéreas iraníes, que fueron parcialmente degradadas por ataques israelíes previos.
Los ataques israelíes han destruido infraestructura eléctrica en Natanz, lo que afectó sus salas de enriquecimiento subterráneas, pero Fordo, más pequeño y fortificado, sigue operativo. El OIEA reportó en marzo de 2023 que Fordo enriquecía uranio al 83,7%, nivel cercano al necesario para un arma nuclear. La instalación, operativa desde 2009 tras su construcción iniciada en 2006, está protegida por sistemas antiaéreos rusos, aunque algunos fueron dañados en 2025. Un ataque con B-2 podría alterar el programa nuclear iraní, pero el riesgo de contaminación radiológica persiste, según reportes del OIEA sobre Natanz.
Contexto estratégico del B-2 en operaciones nucleares
El B-2 Spirit ha evolucionado desde su rol en la Guerra Fría hasta convertirse en una herramienta clave contra objetivos subterráneos fortificados. Su uso en Yemen en 2024 demostró su capacidad para desplegar el MOP en escenarios reales, lo que envió un mensaje estratégico a adversarios como Irán. La posibilidad de un ataque a Fordo surge en un contexto donde Israel ha neutralizado gran parte de las defensas antiaéreas y misiles balísticos iraníes, pero no ha logrado acceder a las instalaciones más protegidas.
La decisión de emplear B-2 dependería de factores operativos, como la necesidad de múltiples bombardeos secuenciales y la coordinación con aliados. La presencia de B-2 en Diego García y el movimiento de aviones de apoyo en junio de 2025 indican una postura de preparación. Sin embargo, la complejidad de atacar un sitio como Fordo, diseñado para resistir bombardeos convencionales tras los ataques israelíes a reactores en Irak (1981) y Siria (2007), plantea desafíos técnicos y logísticos significativos.
El historial del B-2 en misiones de alta precisión, combinado con su exclusividad para transportar el MOP, lo posiciona como un activo crítico en cualquier operación contra Fordo. Su capacidad para operar en entornos hostiles, demostrada en conflictos previos, lo convierte en la principal opción para un ataque que podría redefinir el equilibrio estratégico en la región.