El USS Gerald R. Ford, el portaaviones más nuevo y avanzado de la Marina estadounidense, fue diseñado para ser capaz de ganar un posible conflicto con China.
La nueva clase de buques de propulsión nuclear sustituirá a los viejos portaaviones estadounidenses uno por uno, y con el tiempo ocupará el lugar de los buques de la clase Nimitz.
El USS Gerald R. Ford Carrier Strike Group se embarcó en su despliegue inaugural el pasado octubre, navegando por todo el Atlántico y operando con éxito con numerosos aliados y socios de Estados Unidos.
El comandante de la 2ª Flota de EE. UU. y del Mando de la Fuerza Conjunta en Norfolk destacó que el primer despliegue del portaaviones “reunió a un increíble grupo de aliados y socios con un único objetivo: contribuir a una región atlántica pacífica, estable y libre de conflictos a través de nuestro poder naval combinado”.
Orígenes de los portaaviones clase Gerald R. Ford
La flota estadounidense de portaaviones de la clase Nimitz es el ancla de una estrategia de proyección del poderío norteamericano que se puso en servicio por primera vez hace casi cinco décadas.
Estos portaaviones tienen muchos atributos, como la capacidad de navegar sin reabastecerse durante 90 días y atacar objetivos a cientos de millas de distancia, pero también tienen limitaciones que llevaron a la Marina a buscar un diseño más moderno.
El USS Gerald R. Ford (CVN-78) incluye innovaciones que deberían elevar la disuasión marítima de Estados Unidos.
Con su nueva tecnología, el portaaviones puede navegar con una tripulación más reducida. También requiere menos mantenimiento. Estructuralmente, la clase Ford medirá unos 1.100 pies de eslora, con una manga de más de 250 pies y un desplazamiento de 100.000 toneladas. Los nuevos portaaviones navegarán a una velocidad máxima de unas 35 millas por hora.
¿Qué los hace más avanzados?
Tal vez la mayor capacidad de la clase Ford es que puede transportar más de 90 de los más formidables fuselajes de la Armada, incluyendo el F-35C Lightning II Joint Strike Fighter, el E-2D Advanced Hawkeye, el caza de guerra electrónica EA-18G Growler y el caza F/A-18E Super Hornet.
La variante del F-35 del Cuerpo de Marines, que cuenta con capacidades de despegue corto y aterrizaje vertical, también podrá aterrizar en los nuevos portaaviones.
En particular, el USS Gerald R. Ford contará con el sistema de lanzamiento electromagnético EMALS.
Según la revista National Defense Magazine, “los sistemas electromagnéticos de lanzamiento y detención tienen tolerancias más amplias que los sistemas mecánicos”, lo que es “esencial para el lanzamiento de aeronaves más pequeñas y ligeras, como los sistemas no tripulados necesarios en una lucha de alto nivel”. Un portavoz de la 2ª Flota añadió que el sistema EMALS “mejora la velocidad de despegue al tiempo que reduce el desgaste de las aeronaves y disminuye los costes de mantenimiento y asistencia. También reduce en un tercio el personal necesario para su funcionamiento y permite que los espacios de trabajo y de vida de los marineros sean más silenciosos y frescos”.
El despliegue inaugural del Gerald R. Ford indica que el nuevo portaaviones de la Armada está por fin listo para un despliegue completo.
Es probable que el segundo buque de la nueva clase, el USS John F. Kennedy (CVN-79), salga a la mar en 2024.