Puede que la historia recuerde 2022 como el año de los drones. Los pequeños sistemas aéreos no tripulados no son nuevos, por supuesto, pero su impacto en el escenario geopolítico se está dejando sentir como nunca antes. Los drones han permitido a Ucrania atacar bases aéreas enemigas en las profundidades de Rusia, y las plataformas no tripuladas han actuado como multiplicador de fuerzas para naciones como Turquía e Irán.
El lunes, un incidente con aviones no tripulados llevó al Presidente de Corea del Sur a pedir el refuerzo de las defensas aéreas. El ejército de su país se disculpó por no haber podido derribar varios drones norcoreanos que cruzaron la zona desmilitarizada e invadieron el espacio aéreo de Seúl. Se hicieron disparos de advertencia y Corea del Sur envió aviones de guerra y helicópteros de ataque para hacer frente a los aviones no tripulados norcoreanos. No lograron derribar ni uno solo de los cinco drones en cinco horas de persecución.
La incursión se produjo pocos días después de que Corea del Norte probara dos misiles balísticos.
Como informó Associated Press, el incidente planteó serias dudas sobre el estado de la red de defensa aérea de Seúl en un momento en que las tensiones siguen siendo elevadas tras varias pruebas de misiles norcoreanas.
“La falta de preparación de nuestro ejército ha causado mucha preocupación a la población”, declaró un alto funcionario, Kang Shin-chul. Añadió además que las fuerzas armadas surcoreanas “emplearán activamente dispositivos de detección para detectar el dron enemigo desde una fase temprana y desplegarán agresivamente medios de ataque”.
En una reunión del Gabinete celebrada el martes, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pidió la creación de una unidad militar para vigilar las instalaciones militares de Corea del Norte. Esa fuerza estaría equipada con drones furtivos de última generación.
El líder surcoreano culpó además a su predecesor, Moon Jae-in, de lo que sugirió como una peligrosa política hacia Corea del Norte. La gestión de Moon Jae-in de las relaciones con Pyongyang incluyó un pacto militar intercoreano en 2018 que prohibía las actividades hostiles en las zonas fronterizas.
Corea del Norte, ¿una potencia en drones?
La incursión de drones del lunes fue la primera vez en cinco años que pequeños sistemas no tripulados entraban en el espacio aéreo surcoreano. En 2017, un dron que se creía que pertenecía al Norte se estrelló en Corea del Sur, donde se cree que había intentado fotografiar una instalación de defensa antimisiles estadounidense.
Tres años antes, varios presuntos drones norcoreanos fueron encontrados al sur de la frontera, y los expertos desestimaron los drones como de “baja tecnología.” En los últimos años, sin embargo, Corea del Norte ha alardeado de su programa de aviones no tripulados, y se cree que Pyongyang cuenta ahora con unos 300 vehículos aéreos no tripulados en su arsenal.
Al parecer, ha avanzado a pasos agigantados, con drones cada vez más sofisticados.
El lunes, Corea del Sur envió al otro lado de la frontera sus propios medios de vigilancia, que al parecer también incluían drones no tripulados, como medida correspondiente contra los vuelos de los UAV norcoreanos.
La confirmación pública de las actividades de reconocimiento dentro de Corea del Norte se considera muy inusual, y probablemente refleja la determinación del gobierno de Yoon de ser duro con las provocaciones norcoreanas.
Sigue existiendo un gran peligro de que las incursiones de aviones no tripulados por ambas partes alimenten la posibilidad de un conflicto total en la península.