Drones ucranianos de PVC, baratos y caseros, destacan por su ingenio, eficacia kamikaze, y capacidad para confundir defensas rusas.
A pesar de la reticencia de Estados Unidos en suministrar a Ucrania capacidades de ataque de largo alcance, los ingenieros ucranianos avanzan con iniciativas ingeniosas y de manufactura local. Estas incluyen desde tácticas básicas, pero valientes, como convertir pequeñas aeronaves en bombas volantes mediante control remoto, hasta el desarrollo de un dron que destaca por su refinada ingeniería y su accesible costo de producción.
Innovaciones ucranianas en drones de ataque de largo alcance
HI Sutton ha elaborado un exhaustivo inventario de dieciséis modelos distintos de drones ucranianos especializados en ataques de largo alcance, estableciendo un contraste notable con el único modelo empleado por Rusia: el Shahed, de diseño iraní. Entre la variedad ucraniana, uno en particular está ganando prominencia y ha capturado el interés de DanielR, un físico y analista de inteligencia de fuentes abiertas (OSINT), fascinado por su diseño simple que incorpora de manera ingeniosa materiales comunes. Este dron, aún sin un nombre oficial ucraniano, será denominado aquí por su característica más singular: el dron de tubería de desagüe.
“Estamos ante un dron sumamente fascinante y eficaz”, expresó DanielR a Forbes. “Quienes están detrás de su diseño poseen un conocimiento técnico notable. La configuración remite a los modelos de aviones a control remoto que los entusiastas construían décadas atrás. No obstante, el fuselaje se ha diseñado meticulosamente para aprovechar materiales locales económicos”.
El cuerpo principal del dron, o su eje central, parece ser un tubo de desagüe de PVC naranja con un diámetro de seis pulgadas. La elección del color naranja, inicialmente un enigma para DanielR, fue explicada por comentaristas europeos como el estándar para tuberías que alojan cables eléctricos subterráneos en Europa, siendo seis pulgadas un diámetro convencional. De esta manera, los constructores optaron por tuberías de PVC estándar por su durabilidad y accesibilidad.
Para las alas, se emplea una metodología similar a la construcción de aviones en miniatura: el larguero principal es un tubo de aluminio, y las alas se moldean con costillas de madera cortadas precisamente a máquina. Se revisten con una película plástica termoencogible, la misma que se utiliza para proteger embarcaciones durante el invierno, lo que les confiere robustez y reduce la resistencia al vuelo. La estructura alar se refuerza con inserciones de espuma, asegurando su integridad y eficiencia aerodinámica.
Soluciones ingeniosas en diseño de drones: Innovación y eficiencia
Una particularidad ingeniosa del diseño es cómo las costillas de las alas y el timón funcionan también como bisagras para las superficies de control. “En el extremo posterior de cada costilla se ubica un orificio destinado a alojar una varilla de bisagra. Es una solución de ingeniería notablemente sencilla”, apunta DanielR.
La estructura de la cola del dron demuestra una simetría que permite la intercambiabilidad de las piezas tanto en orientación vertical como horizontal, simplificando enormemente el proceso de fabricación.
En cuanto al aterrizaje, se observaron inicialmente versiones del dron equipadas con tren de aterrizaje, aunque registros más recientes muestran la adopción de simples cuñas. Esto indica una transición hacia sistemas de lanzamiento desde rieles o plataformas móviles, tal vez sobre vehículos, una táctica similar a la empleada por ciertos drones iraníes. El sistema de almacenamiento de combustible está conformado por botellas de agua de plástico interconectadas, configuradas típicamente con cuatro recipientes de cinco litros cada uno, sumando un total de veinte litros, equivalentes a aproximadamente 5.3 galones estadounidenses.
La propulsión recae en un motor a gasolina DLE-170 de procedencia china, promocionado específicamente para su uso en drones. Con un peso cercano a los 4 kg (aproximadamente 9 libras) y una potencia de 17.5 caballos, este motor representa el componente más costoso del dron, disponible en AliExpress por unos 1100 dólares.
Debates en foros especializados sugieren que, bajo condiciones normales de consumo, el DLE-170 permitiría al dron operar por un periodo aproximado de dos horas y media, con un alcance operativo entre 200 y 300 kilómetros (120 a 190 millas). Esta capacidad lo equipara, en términos de alcance, con los misiles ATACMS de largo alcance, cuya adquisición ha sido una solicitud persistente de Ucrania a Estados Unidos desde el año 2021.
Componentes electrónicos y sistemas de navegación avanzada en drones
El sistema de control de vuelo del dron, esencialmente su unidad central de procesamiento, que traduce las instrucciones de navegación en ajustes precisos de las superficies aerodinámicas, es el Pixhawk PX4 2.4.8. Este dispositivo, preferido por los entusiastas del ámbito de los drones, está disponible por unos 108 dólares en AliExpress. Se complementa con un receptor GPS estándar para la navegación y un tubo de Pitot, que mide la velocidad del aire relativa al dron.
DanielR notó además la presencia de una enigmática caja negra adherida al ala derecha del dron, vinculada directamente al controlador de vuelo y posiblemente parte de un sistema alternativo de navegación.
Dada la práctica rutinaria de Rusia de interferir y desviar las señales GPS y otros tipos de señalización por satélite como medida de defensa ante los drones, se reporta que algunos modelos de largo alcance ucranianos están equipados con sistemas de navegación por visión artificial. Estos analizan el terreno subyacente para guiarse, recurriendo a mapas preestablecidos para su orientación.
“Aunque no hemos conseguido imágenes definitivas de una cámara”, comentó DanielR a Forbes, “es plausible que se instale una debajo del fuselaje, alejada de los gases de escape, donde su visibilidad sería limitada”.
La integración de una cámara no solo facilitaría la navegación del dron, sino que también habilitaría una mayor autonomía operativa: el empleo de tecnologías de reconocimiento automático permitiría al dron identificar y localizar objetivos con alta precisión al llegar al área de interés. Investigadores ucranianos ya están implementando prototipos de esta tecnología, valiéndose de componentes comerciales accesibles para su desarrollo.
Estrategia y potencial de los drones de tubería de drenaje en combate
Equipado con una pequeña ojiva montada en un riel central, el diseño de este dron sugiere un propósito kamikaze de mediano alcance más que un rol convencional de bombardero. “La munición, fijada directamente al cuerpo del dron, indica que se busca un impacto kamikaze en lugar de un lanzamiento de proyectiles”, indica DanielR.
La ojiva, con un diámetro aproximado de 12 cm y una longitud de 25 cm, no puede contener más de tres kilos (alrededor de 7 libras) de explosivos. Esta capacidad es comparable a la del dron de ataque Morok de Ucrania, sugiriendo que su eficacia radica en la precisión del impacto más que en la magnitud de la explosión.
Esta limitada carga explosiva podría interpretarse como indicio de una guía avanzada, necesaria para asegurar impactos directos en objetivos específicos. No obstante, el verdadero potencial destructivo del dron podría no residir exclusivamente en su ojiva. Al igual que algunos misiles, la ignición del combustible restante podría infligir daños significativos, transformando al dron en una especie de cóctel molotov aéreo. Considerando los actuales objetivos prioritarios, como instalaciones de almacenamiento y refinerías de gas y petróleo rusas, el dron podría estar diseñado principalmente para incendiar, actuando eficazmente como un iniciador de fuegos tras un primer ataque que comprometa la integridad de los depósitos.
Capacidad de producción y evolución futura del dron kamikaze
El dron de tubería de drenaje destaca por su sencillez de diseño y la facilidad con que puede ser producido. Según estima DanielR, su manufactura requeriría apenas dos personas y un presupuesto de entre 5,000 y 10,000 dólares.
“Su diseño persigue la facilidad de construcción y operación”, señala DanielR. Un experto sugiere que un taller especializado podría ensamblar hasta veinte unidades diarias, estando la principal restricción ligada a la disponibilidad de componentes, que, en este caso, son ampliamente accesibles.
El margen de mejora del dron parece limitado. “A pesar de su aparente simplicidad, el diseño del fuselaje es ya bastante sofisticado, por lo que no anticipamos cambios significativos en su estructura”, comenta DanielR a Forbes. Es probable que las innovaciones se centren en su interior, adaptándolo para albergar distintos sistemas de control y equipamiento electrónico.
A pesar de su rudimentaria apariencia, el dron de tubería de drenaje representa una herramienta de guerra moderna y modular, capaz de integrar electrónica avanzada y variadas cargas útiles según sea necesario. Aunque su capacidad explosiva es modesta comparada con misiles de alto costo, su precisión y alcance son comparables. Ucrania, por tanto, tiene la capacidad de producir y desplegar estos drones de forma autónoma, sin depender de asistencia extranjera.
Más allá de su impacto físico, el valor táctico de los drones podría radicar en su capacidad para dispersar y confundir las defensas enemigas, encarnando el principio del “señuelo armado”. Aunque individualmente no representen una amenaza crítica, su presencia no puede ser ignorada por los defensores, obligando a un gasto desproporcionado de recursos defensivos y facilitando así la incursión de ataques más devastadores. En grandes cantidades y con ataques precisos, el potencial de estos drones como armas efectivas se magnifica, sirviendo de precedente para otros actores estatales y no estatales en el teatro global.