Israel ha pedido a Estados Unidos que acelere la entrega de aviones de reabastecimiento de combustible que podrían ser necesarios para atacar los emplazamientos nucleares iraníes, pero la administración Biden le dijo que el primer avión probablemente no se entregará hasta 2024, según un informe del martes.
La venta de ocho nuevos aviones cisterna de reabastecimiento KC-46 Pegasus a Israel fue aprobada por el Departamento de Estado el pasado mes de marzo,
Citando a funcionarios estadounidenses e israelíes, el New York Times informó que la solicitud fue hecha por el ministro de Defensa Benny Gantz cuando se reunió la semana pasada con su homólogo estadounidense Lloyd Austin en Washington.
Los funcionarios estadounidenses habrían dicho a Gantz que los aviones estaban atrasados, pero que trabajarían para acelerar la entrega.
La financiación de los aviones de reabastecimiento está prevista en el paquete de ayuda militar que Israel recibe anualmente de Estados Unidos.
El periódico señaló que el momento de la entrega es clave, ya que los funcionarios de la administración del presidente estadounidense Joe Biden están preocupados porque el primer ministro Naftali Bennett quiere renovar la amenaza de una acción militar contra Irán.
También dijo que la Fuerza Aérea de Israel estaba en competencia con la Fuerza Aérea de Estados Unidos por los aviones, con Washington deseando suministrar los aviones a sus propias fuerzas como parte de los esfuerzos para contrarrestar a China.
El informe señalaba que los aviones cisterna supondrían una mejora significativa para Israel y que, sin ellos, Jerusalén tendría que depender de su envejecida flota de aviones de reabastecimiento para un ataque contra Irán, o hacer una parada en Arabia Saudí o en los Emiratos Árabes Unidos, ninguno de los cuales querría ser vinculado a un ataque contra su rival Irán.
Funcionarios actuales y anteriores citados en el informe dijeron que los planificadores militares israelíes creen que cualquier ataque a Irán probablemente requerirá múltiples salidas contra algunos sitios, como la instalación subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordow, lo que requiere un rápido reabastecimiento de combustible.
Funcionarios estadounidenses dijeron al Times que no creían que un ataque fuera inminente y que los preparativos públicos de Israel para un posible ataque podrían tener como objetivo presionar a las naciones occidentales para que busquen términos más duros en las conversaciones sobre la reactivación del acuerdo de 2015 que limita el programa nuclear de Irán.
Israel se opone abiertamente al acuerdo nuclear con Irán, al que Biden ha dicho que quiere volver a unirse después de que su predecesor presidencial Donald Trump retirara a Estados Unidos del pacto en 2018 y volviera a imponer sanciones. Desde entonces, Teherán no ha dejado de incumplir el acuerdo.