Funcionarios de la administración Biden están evaluando activamente opciones para responder a los recientes ataques de los hutíes de Yemen, respaldados por Irán, contra buques navales y comerciales en el mar Rojo, según informan dos funcionarios estadounidenses.
En respuesta a estos ataques, el Pentágono ha trasladado en los últimos días el Grupo de Ataque del Portaaviones USS Dwight D. Eisenhower del Golfo Pérsico al Golfo de Adén, cerca de la costa de Yemen, con el fin de respaldar una posible acción militar estadounidense, según uno de los funcionarios, quienes solicitaron el anonimato para discutir planes sensibles. Además, se han presentado opciones a los comandantes militares para atacar a los hutíes.
Cautela ante reacción de Irán como patrocinador del terror regional
Anteriormente, la administración Biden había sido cautelosa respecto a una respuesta militar a los ataques de los hutíes, debido a preocupaciones sobre una escalada en la región y la reacción de Irán, que apoya a grupos como Hamás y Hezbolá en Yemen, así como a los propios hutíes. El Pentágono había recomendado anteriormente a la administración que evitara una respuesta militar.
Sin embargo, el aumento de los ataques en los últimos días podría llevar a una reconsideración por parte de los altos funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos.
El sábado, el destructor USS Carney, que opera en el mar Rojo, derribó 14 aviones no tripulados de ataque unidireccional, lanzados desde territorio controlado por los hutíes en Yemen. Además, un destructor británico, el HMS Diamond, que recientemente se unió a la región para proteger la navegación comercial, también derribó un dron hutí.
Reiterados ataques hutíes en el mar Rojo
El viernes, un dron hutí atacó un buque de carga, el Al Jasrah, de bandera liberiana, en el mar Rojo, provocando un incendio. Ese mismo día, los hutíes lanzaron dos misiles balísticos hacia el estrecho de Bab el-Mandeb, uno de los cuales impactó en el buque de carga Palatium III, de bandera liberiana. Buques de guerra estadounidenses respondieron a estos ataques en ese momento.
La serie de ataques ha tenido un impacto significativo en el comercio marítimo. Maersk, una de las principales navieras del mundo, suspendió todos los envíos a través del estrecho de Bab el-Mandeb el viernes, un paso crucial para el transporte de mercancías y energía entre el mar Rojo y el golfo de Adén.
Estos acontecimientos ocurren en un momento en que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general C.Q. Brown, están realizando viajes a Oriente Medio esta semana. Austin tiene programado reunirse con líderes en Israel, Bahrein y Qatar, mientras que Brown se unirá a Austin en su visita a Israel.
Incremento de presencia naval de EE. UU. en la región
El Pentágono ha aumentado su presencia en la región al desplegar esta semana tres destructores adicionales en el Mediterráneo. Estos buques se unen al Grupo de Ataque del Portaaviones USS Gerald R. Ford, que ha estado operando en el Mediterráneo desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, y cuyo despliegue fue ampliado nuevamente esta semana por Austin.
En la última semana, los destructores antimisiles Laboon, Delbert D. Black y The Sullivans se han unido a la presencia naval de Estados Unidos en el Mediterráneo.