El F-35 Joint Strike Fighter se ha enfrentado a un turbulento periplo de desarrollo, marcado por continuos retrasos e importantes sobrecostes.
Hoy, un nuevo contratiempo en la ejecución de la última actualización del F-35 ha obligado a las Fuerzas Aéreas estadounidenses a reducir su pedido previsto de estos aviones para el año fiscal 2025. Esta situación refleja los persistentes retos que han plagado el programa desde sus inicios.
Ajustes en la adquisición del F-35 ante los retos de modernización.
Las Fuerzas Aéreas estadounidenses informaron el lunes de que adquirirían 42 unidades del F-35A, en lugar de las 48 previstas anteriormente. Al explicar las razones de esta disminución en la orden de compra, la oficial de la Fuerza Aérea Kristyn Jones atribuyó la decisión a una combinación de preocupaciones por los retrasos en la modernización en curso, denominada Technology Refresh 3 (TR-3), junto con las limitaciones presupuestarias.
“Ansiamos los aviones que necesitamos, y las actualizaciones TR-3 [y] Block 4 se han retrasado”, dijo Jones. “Nuestra estrategia se centra en mitigar el impacto de esta situación reduciendo el número de aviones adquiridos” en los próximos años. Jones añadió que las Fuerzas Aéreas tienen previsto aumentar de nuevo las adquisiciones de F-35 a 48 anuales en el año fiscal 2029, lo que supone otro revés para Lockheed Martin, el fabricante del F-35.
El TR-3 incorpora un paquete de mejoras tanto de hardware como de software destinadas a optimizar las pantallas, la capacidad de memoria de los ordenadores y la potencia de procesamiento. Estas actualizaciones son esenciales antes de que pueda implantarse un conjunto más amplio de mejoras denominado Bloque 4.
El Bloque 4 está diseñado para ampliar las capacidades del F-35, permitiéndole llevar un arsenal mayor, mejorar la identificación de objetivos y reforzar sus capacidades de guerra electrónica.
Sin embargo, el TR-3 lleva ya un año de retraso y se espera que se retrase aún más debido a complicaciones con el software y su integración.
Defense News informó de que “los retrasos han obligado al Pentágono a detener la aceptación de nuevos F-35 hasta que el TR-3 esté terminado”. Lockheed Martin finalizó la construcción de los primeros F-35 listos para recibir las mejoras del TR-3 en julio de 2023. Sin embargo, debido a la no finalización del software, el DoD no ha podido realizar los vuelos de prueba necesarios para proceder a la aceptación.
Los F-35 pendientes están actualmente almacenados en las instalaciones principales de Lockheed Martin en Fort Worth, Texas.
“El TR-3 sigue siendo nuestra principal prioridad”, dijo Lockheed Martin a Defense News. “Prevemos comenzar las entregas del jet TR-3 en el tercer trimestre [de 2024], comprometidos con la entrega de capacidades superiores y avanzadas en apoyo de las misiones de nuestros clientes.”
Persistencia ante los retos: la ineludible apuesta por el F-35
Una perspectiva alentadora para Lockheed Martin es que a sus principales clientes, entre los que se encuentran las Fuerzas Aéreas, la Armada y el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, no les queda más remedio que esperar pacientemente las mejoras prometidas. Lockheed Martin ha anunciado su intención de continuar la producción de nuevos F-35 incluso mientras trabaja para resolver las complicaciones asociadas a la Actualización Tecnológica 3 (TR-3), lo que indica que la demanda del caza de quinta generación seguirá siendo fuerte.
El congresista Rob Wittman, republicano de Vermont y presidente del Subcomité de Fuerzas Tácticas Aéreas y Terrestres del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, ha expresado su descontento con los retrasos del TR-3. Wittman ha señalado que los contratiempos “deberían preocupar profundamente a todos los implicados en el proyecto, sobre todo teniendo en cuenta que el plan de las Fuerzas Aéreas es descontinuar el actual arsenal de aviones de combate”.
“Es imperativo arreglar esto a largo plazo”, ha dicho Wittman, reflejando una preocupación que ha perseguido al programa F-35 durante más de una década.