Rusia lleva mucho tiempo pregonando que su vehículo aéreo de combate no tripulado (UCAV) S-70 Okhotnik es un arma formidable capaz incluso de penetrar en el espacio exterior, un dron furtivo que podría ser el futuro de la maquinaria militar de Putin.
Sin embargo, este teórico avión no tripulado de alta gama ha estado notablemente ausente en los esfuerzos ofensivos del país en Ucrania.
La ausencia del S-70 en la guerra indica que el arma podría no estar tan avanzada en su proceso de producción como sugiere la propaganda rusa.
En junio, los medios de comunicación estatales rusos informaron de que el “caza de ataque pesado” S-70 había disparado con éxito por primera vez una munición guiada contra un objetivo terrestre.
De ser cierto, este avión no tripulado podría entrar en el conflicto de Ucrania en un plazo de uno a dos años, si es que los combates duran tanto.
A principios de este mes, la escasez de drones suministrados por Irán obstaculizó los ataques de las fuerzas rusas. La capacidad de Moscú para producir UAV de fabricación nacional aliviaría su dependencia de las importaciones iraníes y, en última instancia, ayudaría a sus esfuerzos bélicos.
He aquí la información más reciente sobre el S-70 por el momento:
Breve descripción del S-70 Okhotnik UCAV
El diseño del Okhotnik se remonta al menos a 2011, cuando el fabricante Sukhoi fue adjudicado por el Ministerio de Defensa ruso para conceptualizar un nuevo programa UCAV.
Al parecer, una filial de Sukhoi, la planta de aviación Chkalov Novosibirsk, en Siberia occidental, está desarrollando el arma.
El prototipo original del S-70 debutó allá por 2017 y en el plazo de un año el UCAV realizó su primera serie de pruebas, en las que alcanzó una velocidad de 200 km/h.
En 2021, el dron lanzó una bomba no guiada, señal de que efectivamente se estaban haciendo progresos.
La prueba de munición guiada más reciente del UCAV indica claramente que el dron podría estar listo para volar en 2024.
¿Qué hace especial al S-70?
Desarrollado para volar junto con el caza Su-57 como “copiloto”, el S-70 es capaz de volar a más de 600 mph.
El avión no tripulado está propulsado por el mismo turboventilador AL-41F que impulsa el caza ruso Su-35 Flanker y algunas de las primeras versiones del Su-57.
El nuevo avión no tripulado cuenta con equipos de reconocimiento que incluyen radios y objetivos electro-ópticos. En cuanto al armamento, el S-70 puede transportar hasta 2.000 kilogramos de munición guiada y no guiada.
Aunque ya se sabía que el avión no tripulado iba a ser corpulento desde su concepción, la verdadera envergadura del S-70 se hizo evidente a finales de 2021, cuando un programa de televisión ruso presentó el UCAV.
Aunque el reportero del programa de televisión afirmó que el Okhotnik es más pequeño que el caza Su-57 al que está destinado a acompañar, las imágenes del avión no tripulado indican que si hay una diferencia de tamaño, es mínima.
Según los informes, el Okhotnik pesa más de 20 toneladas y tiene una envergadura de unos 65 pies, lo que lo convierte en el UCAV más grande de Moscú.
¿Es la función de “copiloto” del S-70 realmente tan avanzada como afirma Moscú?
De todas las capacidades proclamadas por el Okhotnik, los oficiales rusos parecen estar más entusiasmados con su papel de “copiloto”. Aunque el acuerdo de trabajo en equipo entre el avión de combate y el UCAV se probó con éxito en 2019, el alcance de las habilidades del dúo sigue sin estar claro.
El vicepresidente de la Junta de la Comisión Militar-Industrial de Rusia dijo que los cazas y los drones podrían “interactuar no solo entre sí, sino también en varios tipos de formaciones de combate”.
Es probable que los avances de Rusia en el desarrollo del Okhotnik se hayan visto obstaculizados por la escasez económica y de equipos. Moscú ha estado agotando sus reservas de materias primas y dinero en efectivo para financiar su actual invasión de Ucrania.
Aunque el Kremlin ha confiado en parte en los UAV proporcionados por Irán para llevar a cabo sus operaciones ofensivas, la introducción del S-70 podría colmar las lagunas de suministro. Pero, ¿alcanzará alguna vez este caza, como tantas otras plataformas militares rusas, todo su potencial?