El J-15 “Flying Shark” es un caza multirrol embarcado desarrollado por la Shenyang Aircraft Corporation para la Fuerza Aérea Naval del Ejército Popular de Liberación (PLANAF).
Desarrollo y características técnicas del J-15 “Flying Shark”
Basado en el diseño del Su-33 “Flanker-D” ruso, el J-15 ha sido modificado significativamente para satisfacer las necesidades de la marina china. Este desarrollo es otro ejemplo de la continua cooperación entre las industrias de defensa rusas y chinas, las cuales están en condiciones de competir con los estadounidenses, que supuestamente construyen sistemas superiores (técnicamente, esto puede ser cierto, pero no es lo que gana guerras; la masa y la fiabilidad lo hacen).
El J-15 tiene una longitud de 21,9 metros, una altura de 5,9 metros y una envergadura de 14,7 metros. Pesa aproximadamente 17,500 kg cuando está vacío y puede despegar con un peso máximo de 33,000 kg. El avión es impulsado por dos motores turbofán Shenyang WS-10, cada uno, proporcionando un empuje de 12,800 kgf. Esto le da al J-15 una velocidad máxima de Mach 2.4 y un alcance de 3,500 km con tanques de combustible externos.
El J-15 está equipado con una amplia gama de armas, incluyendo misiles aire-aire, misiles aire-superficie y municiones guiadas de precisión. El “Flying Shark” puede llevar hasta 12,000 kg de cargas externas, incluyendo misiles aire-aire de corto alcance PL-8 y PL-12, misiles antibuque YJ-83K y varias bombas y cohetes. El J-15 también cuenta con un cañón de 30 mm para enfrentamientos a corta distancia.
Inversión de China en capacidades de portaviones y el J-15
La inversión de China en el J-15 es un claro indicador de cuán serio es el Ejército Popular de Liberación (PLAN) en la construcción de su capacidad de portaviones. Actualmente, China posee tres portaviones con un cuarto en camino (y muchos más planeados). El objetivo de Beijing es superar las capacidades de portaviones estadounidenses, japonesas y británicas en la región. Y están en camino de lograrlo, especialmente al considerar las ventajas que las crecientes capacidades de negación de acceso/denegación de área (A2/AD) de China le brindan a su ejército al enfrentarse a potencias occidentales.
El “Flying Shark” está diseñado principalmente para misiones de superioridad aérea y defensa de la flota. Sin embargo, también puede llevar a cabo operaciones de ataque a tierra y antibuque. La suite avanzada de aviónica del avión incluye un radar de matriz en fase, un sistema de búsqueda y seguimiento por infrarrojos y una pantalla montada en el casco. Esto permite al J-15 enfrentar múltiples objetivos simultáneamente y operar eficazmente en todas las condiciones climáticas.
En comparación con sus rivales estadounidenses, el J-15 enfrenta una competencia feroz. El equivalente más cercano en EE. UU. al J-15 es la variante F/A-18E/F del Super Hornet. Este es el principal caza multirrol embarcado de Estados Unidos. El Super Hornet tiene un peso máximo de despegue de 29,937 kg y puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.8. Está equipado con un cañón de 20 mm y puede llevar una variedad de armas aire-aire y aire-tierra.
Comparación con el F/A-18E/F Super Hornet y su impacto estratégico
En términos de aviónica, el Super Hornet tiene una ventaja significativa sobre el J-15. El radar de matriz escaneada electrónicamente activa AN/APG-79 del F/A-18 se considera uno de los más avanzados del mundo, proporcionando capacidades superiores de detección y seguimiento. El Super Hornet también cuenta con avanzados sistemas de guerra electrónica y un Sistema Conjunto de Apuntado Montado en el Casco.
A pesar de estas ventajas, el J-15 “Flying Shark” tiene algunas características únicas que lo hacen un oponente formidable. Su mayor tamaño y mayor capacidad de carga le permiten llevar más armas y combustible, lo que le da un mayor alcance y mayor resistencia. Los motores WS-10 del J-15 también proporcionan más empuje que los motores GE F414 del Super Hornet, lo que podría darle una ventaja en maniobrabilidad y aceleración si alguna vez se enfrentara a un F/A-18E/F en combate.
Además, existe la complicación añadida de que los Super Hornets estadounidenses pueden nunca ser capaces de acercarse lo suficiente a los J-15 basados en portaviones de China en una guerra real. Después de todo, las capacidades A2/AD de China están destinadas a eliminar las bases aéreas estadounidenses en la región y a mantener (o hundir) los portaviones desde donde se lanzarían esos F/A-18E/F Super Hornets. Si la marina estadounidense se ve obligada a mantener sus portaviones lejos de las armas A2/AD de China, entonces esos Super Hornets se mantendrán fuera de su rango operativo y serán incapaces de enfrentarse al J-15, dejando un campo relativamente abierto para que los J-15 dominen sobre sus vecinos (por supuesto, los japoneses, vietnamitas, surcoreanos y taiwaneses tienen sistemas para desafiar al J-15, pero aun así habría algunas ventajas que el J-15 disfrutaría sin la presencia de fuerzas estadounidenses).
Capacidades y limitaciones del J-15 en el contexto regional
El J-15 es un caza capaz y versátil que puede enfrentarse a cazas estadounidenses y aliados, como el Super Hornet. Aunque puede que no tenga el mismo nivel de aviónica avanzada, su mayor tamaño, mayor capacidad de carga y motores más potentes lo convierten en un verdadero desafío tanto en combate aire-aire como aire-tierra, incluso contra sistemas occidentales supuestamente superiores.
En última instancia, no estamos en la década de 1990 y Estados Unidos ya no es el hegemón global. El ascenso de China y el J-15 son encarnaciones de esta realidad preocupante. Con la continua inversión en sus capacidades militares, particularmente en sus fuerzas navales, China está posicionada para desafiar la supremacía naval estadounidense en el Pacífico. Esto tiene implicaciones significativas para la seguridad regional y global, especialmente en el contexto de las crecientes tensiones en el Mar de China Meridional y el estrecho de Taiwán.
El desarrollo y despliegue del J-15 “Flying Shark” por parte de China subraya su determinación de consolidar su posición como una potencia militar dominante. Aunque enfrenta desafíos en términos de tecnología y capacidades comparativas con sus contrapartes occidentales, el J-15 representa un paso importante hacia el fortalecimiento de las capacidades de combate aéreo de China y su proyección de poder a través de sus crecientes flotas de portaviones.