WASHINGTON, EE. UU. – Al parecer, EE. UU. tiene un problema con las filtraciones de datos y los espías chinos. Al menos eso es exactamente lo que afirman los estadounidenses. Estas afirmaciones se producen en un momento en que el caza furtivo J-20 de China gana cada vez más velocidad tecnológica.
El J-20 es un proyecto de nuevo caza chino de 2008. Al principio, reconozcámoslo, no empieza de forma nada prometedora. Pero en los últimos años, tecnológicamente, este caza ha avanzado a una velocidad de vértigo. Pekín quiere que el J-20 sea para los chinos lo que el F-22 Raptor es para los estadounidenses. Sin embargo, se afirma que el J-20 ha robado mucho a su competidor estadounidense.
El J-20 chino saltó a la palestra informativa estadounidense cuando expertos militares locales concedieron recientemente una entrevista a Fox News. Dicen que el Pentágono y Washington necesitan seriamente hacer cambios para proteger el desarrollo militar. El Sr. James Anderson dice que es debido a la “actividad de espionaje” que Washington sabe “lo avanzado que está el J-20”. El Sr. Anderson no es una persona cualquiera: es un antiguo subsecretario de Defensa para Estrategia en el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Según el Sr. Anderson, actualmente no existe un “campo de comparación” entre el J-20 y el F-22, ya que hay muchas incógnitas, especialmente con el caza chino. Pero según los estadounidenses, los chinos han hecho un muy buen trabajo utilizando lo que robaron a EE.UU.
Tobera de control del vector de empuje 2D
La participación de expertos militares en entrevistas televisivas no es casual en estos momentos. En las últimas semanas, desde China se ha venido informando de que el J-20 contará con una nueva tobera 2D Thrust Vector Control. Según los expertos militares, se está desarrollando actualmente. Ya se ha afirmado que este desarrollo también ha sido robado a Estados Unidos, pero aún se trata de especulaciones y habladurías. Pero la tobera 2D es importante para China porque, si tiene éxito, el J-20 puede acortar distancias con el F-22. Y eso no le va a gustar a nadie. Y eso no sentará nada bien en Washington.
El J-20 voló por primera vez en 2011, cuatro años después de que en Pekín se decidiera por un nuevo caza. Desarrollado y probado tecnológicamente durante los seis años siguientes, en 2017 el Dragón Chino entró oficialmente en servicio en la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación chino. Durante los últimos años, Washington ha sostenido que el J-20 no es “know-how chino”, sino una copia siniestra del Raptor estadounidense.
Aunque es difícil de probar, Estados Unidos afirma que China se robó una gran base de datos de terabytes de información, especialmente sobre el desarrollo del caza furtivo estadounidense F-35. Datos sobre el radar, el motor, los tipos de módulos utilizados en el diseño, incluido el método de gases refrigerantes empleado, los tratamientos de los bordes de ataque y de salida, y mapas de contorno para la calefacción de la cubierta trasera. Así que no sólo el F-22 Raptor es una víctima. Washington también afirma que la tecnología furtiva del Raptor fue robada para desarrollar la del J-20.
Robar un libro es un crimen elegante
Antes de que China robara lo que necesitaba para desarrollar un caza moderno, Pekín pasó décadas buscando la respuesta a un nuevo caza chino, según analistas estadounidenses. En realidad, las afirmaciones sobre el robo del F-22 han variado desde 2015, cuando Associated Press informó por primera vez de que parte de la tecnología del J-20 había procedido de Estados Unidos.
Ya en 2015, comenzaron las comparaciones entre el J-20 y el F-22, cuya raíz fueron los expertos militares de Estados Unidos. Hasta entonces, China se ha mantenido hermética sobre lo que está desarrollando exactamente y se ha abstenido de hacer comentarios públicos sobre el nuevo caza furtivo y su posible rivalidad con el F-22.
Por supuesto, EE. UU. está enfadado, pero eso no significa que a China le sude la culpa. Hay un dicho: “Robar un libro es un crimen elegante”. Según el Sr. James Hess, profesor de la Escuela de Seguridad y Estudios Globales del Sistema Universitario Público Estadounidense [APUS], es hora de aceptar el hecho de que existen “diferencias culturales” entre las naciones.
Por ejemplo, dice el profesor, en China existe la mentalidad de que el robo de conocimientos no se ve como un tipo de delito, sino como el acceso al conocimiento. Esto contrasta totalmente con el proverbio del que hablábamos más arriba. “Se ve como algo bueno, que es algo positivo lo que estás haciendo”, añadió el profesor.
El éxito de China en el robo intelectual puede arraigar profundamente en la comunidad estadounidense durante años. Los analistas afirman que existen diversas técnicas para conseguirlo. Desde las “trampas” para académicos, ingenieros y profesores, hasta los ataques de hackers a instituciones que ocultan sus secretos. Robar secretos ajenos sin duda ahorra dinero y tiempo a los chinos.
J-20 vs F-22
Todos estos análisis, comentarios y opiniones no surgen por casualidad. Hoy en día, los expertos afirman que el J-20A está tan perfeccionado que supera al F-22. Sobre todo, cuando se afirma que esta excelencia se alcanzará precisamente en 2023.
China se acerca en número a la flota del F-22 con su J-20. Estados Unidos quiso en su día construir más de 700 F-22, pero se conformó con 186.
En la actualidad, según algunos, China ya tiene 150 unidades construidas. Otros creen que China tiene unos 200 cazas J-20. En el fondo de todo esto, toda la producción militar y la competencia entre China y los EE.UU. J-20 y F-22 o F-35 no están tan lejos como hace años. En sentido figurado, estos dos cazas están a sólo unos kilómetros de distancia.