Un día después de que un edificio de nueve plantas fuera alcanzado por un ataque mortal en Dnipro, reduciendo muchas plantas a escombros humeantes, el ejército ucraniano ha afirmado que el país no dispone de defensa contra el misil Kh-22 disparado contra el edificio.
El mando de las fuerzas aéreas de Ucrania afirmó en Facebook el 15 de enero que los misiles Kh-22 que Rusia utilizó en un reciente ataque contra la ciudad ucraniana de Dnipro el 14 de enero no pudieron ser derribados por la defensa antiaérea del país.
El Kh-22 es un misil antibuque del inventario ruso que, con el tiempo, se ha ganado el apodo de “asesino de portaaviones”.
Según el portavoz del Ejército del Aire de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yuriy Ihnat, “este misil con una ojiva de 950 kg (2.000 libras), que recibe el nombre de ‘asesino de portaaviones’, está diseñado para destruir grupos de portaaviones en el mar”.
“Puede estar equipado con un elemento nuclear. Y un misil de este tipo se utilizó para alcanzar una ciudad densamente poblada. No hay explicación ni justificación para este acto terrorista”.
Durante los ataques generalizados con misiles que causaron una destrucción descomunal, se lanzaron cinco misiles de crucero Kh-22 desde cinco bombarderos rusos de largo alcance Tu-22M3.
Posteriormente, se dispararon más misiles desde el Mar de Azov y la región rusa de Kursk. Alrededor de las 15.30 horas del 14 de enero, uno de los misiles Kh-22 lanzados desde el óblast de Kursk impactó contra una alta estructura residencial en la ciudad de Dnipro.
“Las Fuerzas Armadas de Ucrania no disponen de potencia de fuego capaz de derribar este tipo de misiles”, declaró el Ejército del Aire.
A principios de mayo, un breve vídeo difundido en las redes sociales ofreció la primera imagen del bombardero ruso Tu-22M3 en combate durante la crisis de Ucrania.
Dos misiles fueron lanzados rápidamente en el escenario nocturno, que fue captado desde el asiento del piloto antes de que subieran a altitud de crucero. En el incidente también se lanzaron los misiles supersónicos de crucero de la serie Kh-22.
Desde el comienzo de la agresión militar rusa, más de 210 misiles de este tipo han sido lanzados contra el territorio de Ucrania. Los sistemas de defensa antiaérea no han derribado ni uno solo.
El radar ucraniano captó aproximadamente el lugar de lanzamiento, la altura y la velocidad del misil, pero no pudo derribarlo. El Kh-22 puede alejarse cientos de metros del objetivo previsto, pero tiene un alcance máximo de hasta 600 kilómetros.
“Sólo los sistemas de misiles antiaéreos, que en el futuro pueden ser proporcionados a Ucrania por socios occidentales (estamos hablando de sistemas como Patriot PAC-3 o SAMP-T), son capaces de interceptar estos objetivos aéreos”, señaló el Comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania.
Estados Unidos y Alemania han anunciado sendas baterías de defensa antimisiles Patriot PAC-3 para Ucrania. Al parecer, hasta 100 soldados ucranianos comenzarán esta semana a entrenarse en sistemas de defensa antimisiles en Fort Sill (Oklahoma).
Además, los medios de comunicación ucranianos informaron recientemente de que Italia había aceptado finalmente enviar el vanguardista sistema de defensa antiaérea SAMP-T para reforzar la defensa antiaérea de Kiev.
Aunque el sistema de identificación de Ucrania es lo suficientemente avanzado como para reconocer los misiles que se aproximan como Kh-22, todavía no han conseguido derribar ninguno con éxito. Aunque los sistemas de defensa antiaérea occidentales podrían permitir a Ucrania interceptar y derribar este misil antes de que se acerque a su objetivo, eso aún podría llevar tiempo.
El misil asesino de aviones ruso está matando a residentes ucranianos
El Kh-22 Burya (Tormenta) era un misil antibuque soviético capaz de lanzar una cabeza nuclear. En el momento de su introducción se consideraba un arma de largo alcance. La misión principal del Kh-22 era utilizar su carga útil para destruir portaaviones y grupos de combate de portaaviones estadounidenses.
Poco después de su debut se crearon varias variantes del Kh-22. Algunas de las variantes se crearon pensando en objetivos de superficie. Podía apuntar a presas, puentes y otros objetivos estratégicos. Los misiles lanzados desde el aire Kh-22 con ojivas convencionales se utilizaron regularmente contra objetivos ucranianos en 2022, durante la invasión rusa de Ucrania.
El cohete de combustible líquido que propulsa el misil de ala delta se dispara normalmente desde un Tu-22M3 que vuela a una velocidad de Mach 1,5. Después, el misil acelera hasta Mach 3 antes de descender hacia su objetivo. El misil desciende bruscamente y alcanza una velocidad máxima de casi Mach 4 durante su fase terminal.
La variante más utilizada del misil Kh-22 es el Kh-22N. Los bombarderos rusos Tupolev Tu-22M3 pueden transportar hasta tres de estos misiles desde distancias fijas.
Estos misiles han demostrado ser increíblemente imprecisos, especialmente en zonas densamente pobladas. Con frecuencia, los misiles Kh-22 alcanzan objetivos civiles y se alejan de sus objetivos varios cientos de metros.
Se han utilizado ampliamente en Ucrania debido a la disminución de las existencias de armas de largo alcance más precisas y modernas en el inventario ruso. Sin embargo, debido a su falta de precisión, causan víctimas humanas a gran escala, como se ha puesto de manifiesto en varias ocasiones en el conflicto actual.
Rusia ha lanzado un nuevo ataque en el este de Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la operación militar en Ucrania había cobrado velocidad y que esperaba que su ejército cosechara nuevas victorias. En este contexto, el uso de misiles Kh-22 podría experimentar un repunte en un futuro próximo.