La Oficina del Programa Conjunto F-35 realiza actualizaciones mensuales acerca del progreso del programa Joint Strike Fighter, esencial para monitorear el avance del más sofisticado avión de combate furtivo hasta la fecha. Entonces, ¿en qué punto se encuentra actualmente el programa F-35?
Durante el último mes, se ha registrado un aumento de 30 pilotos certificados para operar el F-35 Lightning II, elevando el total global a más de 2,390 aviadores aptos para pilotar esta aeronave. Además, el número de técnicos de mantenimiento habilitados para atender el avión ha crecido significativamente, con 300 nuevos profesionales calificados, sumando ahora más de 15,900 mantenedores.
Dinámica de la producción y entrega del F-35
No obstante, la entrega de nuevos aviones se ha visto obstaculizada por persistentes dificultades en la empresa manufacturera. Aunque Lockheed Martin continúa produciendo aviones—con más de 150 cazas F-35 Lightning II fabricados anualmente en sus diversas variantes—, la entrega efectiva de estas unidades se ha estancado. El principal escollo radica en los problemas combinados de recursos humanos y desafíos tecnológicos asociados al software TR-3 del avión.
Estos inconvenientes están vinculados estrechamente con la próxima actualización significativa del F-35, denominada Bloque IV, que depende críticamente de la correcta implementación y funcionalidad del software TR-3.
Por lo tanto, los retrasos actuales no solo afectan la entrega de aviones, sino que también ponen en pausa el avance general del programa F-35. Sin embargo, Lockheed Martin ha anunciado que espera resolver estos problemas durante el verano.
El F-35 Lightning II se posiciona como un versátil avión de combate furtivo de quinta generación, disponible en tres variantes distintas: A, B y C, diseñadas para cumplir con las exigencias operativas de diversas ramas militares.
Perfil operativo y estratégico de las variantes del F-35
El F-35A representa la versión convencional del avión furtivo, operando desde pistas estándar. Por su parte, el F-35B, adaptado para despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL), ofrece una flexibilidad operacional excepcional, capaz de ejecutar operaciones desde ubicaciones improvisadas al estilo de un helicóptero; una opción primordial para misiones expedicionarias. La variante F-35C está diseñada específicamente para operaciones desde portaaviones, ampliando así la proyección de poder naval.
Aunque las tres versiones del F-35 mantienen capacidades comparables, diferencias sutiles en rendimiento las distinguen, adecuándolas a roles específicos en distintos escenarios operativos. Actualmente, 18 países participan activamente en el programa F-35 Joint Strike Fighter, con varios otros estados considerando su incorporación. Los Estados Unidos se destacan como el principal operador del F-35, siendo el único país que utiliza las tres variantes del caza furtivo.
En términos de adquisiciones, la Fuerza Aérea de EE. UU. ha encargado 1.763 aviones F-35A, mientras que el Cuerpo de Marines de EE. UU. ha solicitado 353 de la variante F-35B y 67 del F-35C. La Armada, por su lado, espera integrar 273 unidades del F-35C a su flota.
En total, los 18 países socios del programa anticipan la compra de cerca de 3.500 aeronaves, con el F-35A dominando las preferencias con aproximadamente 2.600 pedidos. La versión F-35B STOVL sigue con 575 unidades destinadas a cinco países, y la variante F-35C, con 340 unidades, está operativa exclusivamente dentro del ejército estadounidense.