El programa Lockheed Martin F-35 Lightning II, a menudo en el centro de la polémica, se ha enfrentado a críticas persistentes por su complejidad y elevado coste operativo.
En contra de las opiniones críticas, las recientes actuaciones del Congreso estadounidense han puesto de manifiesto el firme apoyo a este proyecto, con un notable aumento de la flota de F-35 destinado a reforzar la capacidad de las Fuerzas Aéreas para el año fiscal 2024.
Este fin de semana marcó un punto de inflexión, ya que los legisladores aprobaron un aumento del presupuesto destinado a la adquisición de aviones F-35, con una dotación adicional de 541 millones de dólares.
De esta suma, 227 millones se han reservado para la incorporación de tres unidades del F-35A, la versión convencional de despegue y aterrizaje de este avión de combate furtivo de quinta generación. Además, se han destinado 264 millones a la adquisición de componentes de repuesto para motores, con un reparto equitativo entre las variantes del F-35 operadas por el Ejército del Aire, la Armada y el Cuerpo de Marines.
Refuerzo estratégico: Ampliación de la flota de F-35 para la superioridad aérea
La cobertura de Air & Space Forces destaca la ambigüedad en cuanto a si los fondos destinados a motores se utilizarán para comprar motores completos o solo piezas de repuesto. Esta inversión se produce en un contexto de preocupación expresada por los legisladores acerca de la operatividad del F-35, marcada por la escasez de motores y componentes de motores.
Con este nuevo impulso financiero, el número de F-35A que debe adquirir el Ejército del Aire se eleva a 51 unidades para 2024, superando la petición inicial de 48 aviones. A pesar de esta ampliación, se produce un descenso en la solicitud de compra para el año fiscal 2025, con un total de 42 cazas solicitados, una reducción justificada por los recortes presupuestarios en varios programas para ajustarse a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Aunque se mantiene la tendencia hacia la responsabilidad fiscal, los legisladores expresan su preocupación por el tamaño actual de la flota aérea, instando al Ejército del Aire a mantener una adquisición anual de 72 cazas para compensar el descenso cuantitativo a medida que se retiran los aviones envejecidos.
Este esfuerzo se refleja en la solicitud presupuestaria para el año fiscal 2025, que prevé la adquisición de 66 cazas, incluidos doce F-15EX, aunque estos últimos han visto reducido su alcance a un total de 89 unidades, por debajo del plan original de 188.
Con la aprobación del proyecto de ley para el año fiscal 24, las fuerzas armadas de EE. UU. verán incrementado su número hasta un total de 86 F-35, distribuidos entre el Ejército del Aire, el Cuerpo de Marines y la Armada, superando la petición original del DoD de 68 unidades para el año fiscal 2025.
Este avance subraya el compromiso continuado de reforzar la capacidad aérea de combate a través del programa F-35, a pesar de las críticas y los retos operativos planteados.
Potenciación del F-35: Inversión crucial en la modernización del motor F135
La reciente legislación sobre asignaciones para el año fiscal 2024, promulgada el sábado, ha marcado un hito importante para el programa F-35 Lightning II al garantizar una financiación completa destinada a la modernización del sistema de propulsión por parte de Pratt & Whitney. El presupuesto de defensa para este periodo contempla una inversión de 497 millones de dólares en el proyecto de modernización del motor F135, una medida estratégica diseñada para prolongar la vida útil del motor y facilitar la implementación de las mejoras previstas para el bloque 4 del F-35.
Se prevé que esta fase de modernización, que entrará en la fase de diseño detallado a finales de este año, esté plenamente operativa en 2029. Se prevé que estas mejoras se apliquen a todas las unidades del F-35, independientemente de su variante, garantizando así la compatibilidad universal entre los modelos de aviones operados por EE. UU. y sus aliados, según señala ExecutiveGov.
Jill Albertelli, presidente de Pratt & Whitney Military Engines, destacó la importancia de esta iniciativa: “Este proyecto permitirá a Pratt & Whitney proporcionar las capacidades de propulsión actuales y futuras que mantendrán a Estados Unidos y sus aliados a la vanguardia de la tecnología de motores de caza. Este compromiso refleja el esfuerzo continuo por garantizar que el F-35 Lightning II no solo mantenga, sino que amplíe su superioridad aérea mediante la innovación constante en sus sistemas de propulsión”.